La canciller alemana, que había propuesto al luxemburgués para presidir la Comisión, se echó para atrás en su decisión después de los comicios. La canciller alemana, Angela Merkel, declaró este viernes que respaldaba la candidatura de Jean-Claude Juncker a la presidencia de la Comisión Europea, por primera vez desde las elecciones europeas del domingo. “Encamino todas las negociaciones precisamente en la línea de que Jean-Claude Juncker se convierta en presidente de la Comisión Europea», ha declarado la canciller en un discurso pronunciado en Regensburg, una localidad al sur de Alemania.
Hasta hoy, y desde los comicios al Parlamento de Estrasburgo, Merkel había guardado un categórico silencio en torno al político luxemburgués –que ella misma había aupado como candidato a presidente de la Comisión de los populares europeos semanas antes de las elecciones- porque, decía, había que fijarse en los tratados de la UE, que supuestamente impiden al grupo parlamentario ganador nombrar al líder de la Comisión.
«El PPE es el partido más fuerte del Parlamento Europeo y Jean-Claude Juncker es nuestro candidato, pero ningún partido tiene mayoría por sí solo en el Parlamento Europeo, así que tenemos que mirar a un panel más amplio de personas adecuadas», llegó a afirmar Merkel en la rueda de prensa celebrada tras la reunión informal de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea de esta semana.
Además, Merkel advirtió incluso que proponer de forma automática a Juncker como presidente de la Comisión podría «no estar completamente en línea con la letra y el espíritu» del Tratado de Lisboa. Este indicaría que «teniendo en cuenta el resultado de las elecciones», el Consejo propondrá un candidato al Parlamento Europeo, que lo tendrá que votar por mayoría. «Como miembro del PPE apoyé a Juncker, pero como Canciller estoy condicionada por los Tratados», sentenció Merkel.
Por si no hubiese quedado suficientemente claro, Merkel lo explicó de otra manera distinta: «Hemos fijado una agenda de trabajo […] y esta puede ser cumplida por Juncker, pero también por muchos otros, y por eso tenemos que negociar».
