La amnistía no se extiende a los acusados de «organizar desordenes públicos», pero sí beneficiará «a los sectores sociales más desprotegidos. El Parlamento ruso ha aprobado una amnistía que se extiende a los condenados y los imputados por gamberrismo. Esta medida beneficiará tanto a las dos encarceladas del grupo punk Pussy Riot, como a los activistas del rompehielos Arctic Sunrise de Greenpeace.
La puesta en marcha de esta iniciativa podría dejar en libertad a la mayoría de los procesados en el caso Bolótnaya que recibe el nombre de la plaza del centro de Moscú que se convirtió en escenario de violentos disturbios durante una manifestación contra el Kremlin.
La amnistía entrará en vigor tras su publicación oficial y no se extiende a los acusados de «organizar desordenes públicos», por lo que no beneficiará al líder del Frente de Izquierdas, Serguéi Udaltsov, bajo arresto domiciliario, que podría ser condenado a diez años de prisión por este caso.
El perdón sí beneficia «a los sectores sociales más desprotegidos», según el texto aprobado por unanimidad, entre los cuales se incluyen menores de edad, mujeres embarazadas y madres cuyos hijos no hayan cumplido los 18 años, jubilados, personas discapacitadas, militares y expolicías «que hayan tomado parte en la defensa de la Patria».
Hasta 25.000 personas saldrán en libertad, pero no es el caso de los condenados por delitos graves ni tampoco de los que cumplen penas de cárcel mayores de cinco años. Las autoridades tendrán seis meses para dejar en libertad a los amnistiados una vez aprobado el texto en el Parlamento.
