Tras el asesinato de dos fascistas la semana pasada, y de un militante antifascista en septiembre, el Gobierno heleno ha advertido que el país no puede más. En los últimos dos meses han muerto, por culpa de las tensiones políticas, tres personas en Atenas; un antifascista en septiembre y dos miembros del partido fascista Amanecer Dorado a finales de la semana pasada. La situación preocupa a los políticos, que temen que Grecia termine por explotar justo cuando los inversores internacionales empiezan a aplaudir algunas de sus reformas económicas.
Ha sido el ministro de Finanzas del país, Ioannis Stournaras, quien ha advertido de que la situación en el país es «crítica». «Hemos subido al Kilimanjaro, estamos a cien metros de la cima y aun así corremos el riesgo de caer», declaraba el ministro al periódico ateniense To Vima. Stournaras afirma que sería grave si los intentos de los griegos de salir de la crisis remitieran y se aniquilaran todos los esfuerzos realizados hasta ahora.
Estas declaraciones tienen lugar en la víspera de que los expertos de la Troika, la tríada compuesta por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE), desembarquen este martes en la capital helena con la intención de analizar los objetivos de déficit que maneja el Gobierno para el próximo ejercicio. Y, principalmente, determinar si estos son viables.
«Va a ser otra vez un control difícil», dijo a la agencia DPA un empleado del Ministerio de Finanzas. De los resultados de la inspección dependerá si se libera otro tramo de 1.000 millones de euros para Grecia, país que lleva años al borde de la bancarrota.
Los acreedores calculan que el déficit para 2014 se sitúa entre los 2.000 y los 2.500 millones de euros, por lo que exigen más medidas de austeridad. Grecia, en cambio, estima que el déficit asciende a sólo 500 millones de euros y está convencido de que esta suma puede cubrise mediante reformas y una mejor recaudación de impuestos. El Gobierno teme nuevas protestas si se aplican una vez más recortes a los salarios y las pensiones.
