Vender la Acrópolis de Atenas para evitar un tercer rescate financiero. Esa es la receta que el líder de los empresarios alemanes ha extendido al Gobierno griego para que esquive la intervención con la que la propia Angela Merkel ha llegado a amenazar en los últimos días. Entregar sus valiosos vestigios arqueológicos a cambio de una quita en su deuda.
El presidente de la Federación de la Industria Alemana (BDI), Ulrich Grillo, ha sido quien ha defendido tan peculiar iniciativa en una entrevista al rotativo local WestDeutschAllgemeine Zeitung. El empresario, miembro de una reputada saga de negociantes radicada en Duisburg, cree que el traspaso del patrimonio histórico griego al fondo de rescate del país para su posterior venta sería la mejor vía para evitar más sacrificios entre la ciudadanía.
Aunque Grillo no apunta directamente hacia la Acrópolis ateniense ni a ningún conjunto histórico en concreto, critica airadamente las continuadas reservas del Gobierno griego a desprenderse de bienes de titularidad pública. Sin mencionar que una buena parte de las compañías de servicios hasta hace poco titularidad del Estado ya han sido vendidas al mejor postor.
Las privatizaciones son, según el líder de los empresarios alemanes, el mejor camino para solventar las abultadas deudas que sufren muchos países europeos. En la entrevista al periódico germano comenta: “Cada Estado miembro de la Unión Monetaria que atravesase dificultades financieras debería tener la posibilidad de transferir patrimonio estatal, como empresas públicas, al Mecanismo de Estabilidad europeo (MEDE)”.
Su propuesta pasa también porque las finanzas públicas se rijan con los mismos criterios que en la empresa privada. “Si una empresa se declara insolvente, los administradores no renuncian a cobrar antes de que el administrador haya analizado sus bienes patrimoniales”, ha comentado Grillo.
