Los datos macro de EEUU conocidos hoy volvieron a enfriar el panorama macroeconómico del la primera economía del mundo. Las referencias del mercado laboral volvieron a decepcionar al mercado, mientras que la actividad del sector servicios cumplió con las expectativas, aunque continuó sin mostrar avances significativos.
El paro semanal se unió hoy al pesimismo infundado por los dos informes conocidos en la víspera, ADP y Challenger. En concreto, el Departamento de Trabajo anunció que la cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo bajó en 4.000 en EEUU y se ubicó la semana pasada en 571.250.
El promedio en cuatro semanas de solicitudes del beneficio que pagan los gobiernos de los Estados alcanzó así la cota más alta en ocho semanas. La cifra de personas que perciben el subsidio aumentó en 92.000 durante la semana que concluyó el 22 de agosto y quedó en 6,23 millones.
El promedio en cuatro semanas de las personas que percibían el seguro de desempleo bajó en 27.250 y quedó en 6,22 millones, el nivel más bajo desde abril.
El dato de las solicitudes nuevas señala el ritmo de pérdida de empleos, y las cifras de las personas que permanecen dentro del programa muestra las dificultades que hay para encontrar un empleo nuevo.
Por su parte, la actividad en el sector de los servicios en EEUU mejoró en agosto respecto del mes anterior, pero se mantuvo en contracción por undécimo mes consecutivo, informó hoy el Instituto de Gestión de Suministros (ISM).
El índice de actividad en ese sector de la economía que mensualmente elabora el ISM subió a 48,4 puntos el mes pasado, comparado con los 46,4 de julio y los 48 que preveían los economistas.
Un índice superior a 50 puntos refleja un avance generalizado del sector y si se sitúa por debajo de ese nivel, una contracción. El subíndice relativo a nuevos pedidos a las empresas del sector subió a 49,9 puntos en agosto, desde los 48,1 de julio.
