Cuando el pasado lunes el Papa Benedicto XVI anunció que renunciaba al cargo, los medios de comunicación italianos se dedicaron a profundizar en las cuestiones que podrían haber llevado al líder eclesiástico a tomar semejante decisión, aparcando desde ese instante otras informaciones relacionadas con la actualidad. Como por ejemplo la campaña electoral.
La mayoría de los expertos coinciden en señalar que el auge del partido de Silvio Berlusconi, PDL, en las encuestas tenía su origen en las constantes apariciones televisivas del ex primer ministro. A través de ellas –Berlusconi controla el grupo mediático más grande de Italia- ‘Il Cavaliere’ se dedicaba a atacar a sus rivales (al tecnócrata Mario Monti y al líder del Partido Democrático, Pier Luigi Bersani, favorito en las encuestas) mientras prometía anular impuestos, entre otra serie de propuestas.
«Berlusconi necesita una gran cobertura mediática para ganar votos, porque, según las encuestas, si las elecciones se celebrasen hoy, perdería», ha explicado a la agencia Bloomberg el profesor Giovanni Orsina, de la Universidad de Roma. «El hecho de que los medios estén ocupados con otros asuntos desde luego que le daña».
Benedicto XVI es el primer Papa que renuncia en los últimos 600 años. Dijo estar sin fuerzas. El periodista Enric González, que fue corresponsal en Roma durante varios años, explicaba este martes en el diario El Mundo que la corrupción y la lucha de poder entre las diferentes corrientes del pensamiento católico habrían sido motivos suficientes como para haber forzado su marcha. En cualquier caso, Italia, así como otros países de mayoría católica, aún están tratando de entender lo sucedido.
La prima de riesgo italiana se situaba a primera hora de la mañana en los 276 puntos básicos; por debajo de los 280 puntos que superó ayer. Los analistas consideran que cuanto más cerca esté Berlusconi del poder, menos confianza tendrán los mercados en el país.
