El Ministerio de Finanzas heleno acaba de publicar unas cifras que nadie sabe muy bien cómo deben asumirse. En ellas se explica que la deuda que tiene la ciudadanía con el estado ascendía, el pasado mes de noviembre, hasta los 55.500 millones de euros. Esto equivale a un 18,8% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, según las últimas estimaciones, que lo sitúan en los 293.900 millones de euros.
Se supone que este agujero se debe a dos motivos. El primero, la incapacidad de la Hacienda helena para recaudar lo que tiene que recaudar. El segundo, directamente relacionado con el primero, la capacidad de un gran número de habitantes para no pagar lo que tienen que pagar. De hecho, sólo entre enero y noviembre de 2012 la deuda acumulada por los ciudadanos se estableció en los 12.000 millones de euros.
Esto quiere decir que hasta el comienzo del 2012, esta deuda ya era de 43.500 millones de euros. De ellos, unos 3.000 millones de euros tienen que ver con las compañías estatales, otros 8.500 millones de euros con empresas ya quebradas y los casi 32.000 millones de euros restantes tendrían que proceder de millares de contribuyentes así como de compañías en activo.
Los datos no parecen invitar a abrazar ninguna clase de optimismo. Sólo en 2012 –sin contar diciembre- se ha registrado, como se ha informado previamente, un impago valorado en unos 12.000 millones de euros. Una cifra que los medios especializados locales dicen que sólo va a incrementarse durante los próximos meses, muy a pesar de los nuevos impuestos que entrarán en vigor a lo largo de estas primeras semanas del 2013.
