La Bolsa rusa se acercó este lunes a su máximo en siete meses después de que Vladimir Putin declarara su victoria en las elecciones presidenciales del país. El Micex Index repuntó un 1%, hasta los 1.624,05 puntos, su cierre más alto desde el pasado 3 de agosto.
Con lágrimas en los ojos, Putin aseguró esta madrugada ante sus seguidores que estos comicios suponían un punto de inflexión histórico. El segundo partido más votado fue el Partido Comunista, que ya ha dicho que no va a reconocer los resultados oficiales.
El líder de los comunistas, Gennady Zyuganov, obtuvo sólo cerca de un 18% de los votos frente al 60% obtenido por Putin. Zyuganov calificó los comicios de «ilegítimos, deshonestos y no transparentes». El líder liberal Vladimir Ryzhkov también se negó a reconocer el resultado. Los opositores a Putin han convocado nuevas protestas este lunes.
«La base social de las protestas va a crecer y Putin y su equipo hicieron todo mal para permitir que esto suceda. Realmente nos ayudó», comentó el periodista Sergei Parkhomenko, uno de los líderes del movimiento opositor, a la agencia Reuters. «Está forzando las cosas a un punto de quiebre. Nos está declarando la guerra. Como resultado, la base de aversión a él está creciendo», añadió.
No obstante, y pese a la creciente oposición, principalmente entre jóvenes profesionales de clase media, el apoyo a Putin sigue siendo alto en las provincias y su victoria no estaba en duda. «Os prometí que ganaríamos. Hemos ganado. Gloria a Rusia», dijo Putin a las decenas de miles de simpatizantes durante la pasada madrugada en un mitin a pocos metros de los muros rojos del Kremlin y en compañía del presidente saliente, Dmitry Medvedev. El mensaje para sus opositores: «¡No pasarán!».
