El barril de Brent ha logrado rebajar su precio en euros desde los 93,60 registrados ayer (un máximo histórico superior a los registrados en la burbuja de 2008) hasta los 92,61 euros de esta mañana. No obstante, la volatilidad reinante debido a la escalada de tensión entre Irán y la comunidad internacional puede continuar.
Y es que el cruce de declaraciones entre Irán y Occidente ha subido de tono en los últimos días. Teherán llevaba semanas amenazando con suspender las exportaciones de petróleo a varios países europeos, en represalia por las sanciones económicas aprobadas en enero por los Veintisiete. Los miembros de la UE suspenderán todas las importaciones de crudo iraní el próximo de julio. Desde Irán estudian adelantarse a esa fecha y cortar el grifo antes.
Las exportaciones iraníes ascienden a 2,15 millones de barriles de petróleo diarios, de los que casi 800.000 tienen como destino compradores europeos. Según los datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) correspondientes al pasado septiembre, España es el principal importador europeo con 196.000 barriles diarios, seguida de Italia, con 185.000 barriles, y de Grecia, con 103.000.
Sin embargo, la Comisión Europea ha subrayado que la UE cuenta con reservas de 136 millones de tonleadas de crudo y derivados. Esto es, las existencias comunitarias equivalen al consumo de 120 días de los Veintisiete (la AIE exige solo 90 días) y nada menos que a cuatro años y medio de exportaciones procedentes de Irán. Además, otros países como Saudí Arabia ya se han ofrecido a sustituir las exportaciones de Teherán.
