El ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, ha puesto rumbo a Bruselas para asistir a la reunión que los portavoces económicos de los países de la zona del euro celebran este jueves. Venizelos, que ha mantenido reuniones -primero con los líderes políticos griegos y luego con los delegados enviados por Bruselas, el BCE y el FMI- hasta bien entrada la madrugada, se presentará ante sus colegas sin un acuerdo para recibir las nuevas ayudas.
Todo parece indicar que los líderes políticos que forman el Gobierno de unidad nacional -socialdemócratas, conservadores y ultraderecha- ya se han puesto de acuerdo en todos los recortes menos en un tema puntual que tiene que ver con las pensiones. Con ese apartado pendiente, Venizelos tendrá que defender hoy ante el resto de sus socios europeos por qué Grecia debe seguir estando en el euro. Desde Atenas se reclaman 130.000 millones de euros en nuevas ayudas (en marzo de 2010 ya se aprobó el envío de 110.000 millones de euros) para afrontar los vencimientos de deuda que tendrán lugar en marzo.
Dentro del sector financiero heleno el pesimismo es evidente. El gestor de una consultoría para atraer inversión extranjera al país ha reconocido que «en un año ya no estaremos en el euro, muy probablemente». Hace un año está persona apostaba por una alternativa a la ruptura de la divisa única. «Estamos perdiendo nuestra dignidad como país y ya hemos perdido nuestra solvencia como economía, no veo otra salida», explicaba esta fuente, que prefiere mantenerse en el anonimato, a EL BOLETÍN.
Fuentes próximas al Gobierno que preside el tecnócrata Lucas Papademos mantienen un enfado visible con Bruselas: «Esto no es una negociación, esto es que Bruselas pide y si no das lo que pide vas a la bancarrota». En cualquier caso, y a pesar de la falta de acuerdo, se ha filtrado un borrador preliminar del mismo por si acaso se firmase en algún momento. En él puede leerse que la economía griega se contraería hasta un 5% este año.
