España e Italia, cerca del abismo por culpa de los bancos franceses y alemanes

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España e Italia, cerca del abismo por culpa de los bancos franceses y alemanes

Italia y España no están bien. Sobre todo Italia, cuya prima de riesgo ha superado una vez más los 500 puntos básicos esta mañana mientras los mercados esperan que el nuevo primer ministro del país, Mario Monti, impulse el ahorro estatal de algún modo. La prima española, por su parte, se movía este mediodía en torno a los 420 puntos básicos. Lo que motiva de forma directa estas cifras es la existencia de un binomio peligroso, tal y como le ha explicado a EL BOLETÍN el gestor de un hedge fund con sede en Suiza: «Los bancos están vendiendo los bonos soberanos de la periferia europea que tienen mientras entre los inversores crece el temor hacia estos productos». Las entidades más expuestas a la deuda periférica, y las que más reducen su cartera en esta dirección por tanto, son las alemanas y las francesas.

Fruto de esta peligrosa ecuación, el Tesoro italiano se ha visto obligado a pagar una vez más esta semana intereses superiores al 7% en una subasta de deuda en la que ha colocado bonos a tres, ocho y diez años por valor de 7.500 millones de euros. Curiosamente, la rentabilidad más alta fue la que llevaban adjunta los papeles más cortoplacistas (un 7,89%). Stuart Thomson, analista del hedge fund británico Ignis Asset Management, ha explicado a este periódico que el Banco Central Europeo (BCE) también es culpable: «Creo que el rumor de que el BCE ha acordado comprar una cantidad máxima de bonos a la semana valorada en 20.000 millones de euros, pero que ha estado comprando la mitad de eso en las últimas semanas, es cierto».

En palabras de Jan von Gerich, un experto en deuda soberana del banco Nordea consultado por este medio, lo cierto también es que la autoridad monetaria europea, que ahora preside el italiano Mario Draghi, es la herramienta más útil con la que cuenta Europa hoy por hoy para reducir las elevadas primas de riesgo que sufren países como Italia, España, Portugal y por supuesto Grecia. Con su intervención en los mercados secundarios, en donde entra a comprar bonos de forma masiva, suele producir un efecto llamada y por eso gran parte de la incertidumbre queda anulada. En otras palabras; que cuanto más dinero gaste el BCE en deuda periférica más bajas serán las primas de riesgo de los países arriba mencionados.

¿Y por qué está actuando el BCE por debajo de sus límites, tal y como dicen los mercados? Stuart cree que lo hace para «presionar a las economías periféricas para que acepten las imposiciones francoalemanas». Tanto Berlín como París han insistido recientemente en que la estabilidad de la zona del euro pasa porque todos los países de la región reduzcan sus déficits por debajo del 3% (y hasta anularlo por completo en 2016, según sus aspiraciones). A cambio, algunos países como Italia o España piden que el BCE obtenga el permiso de la canciller alemana, Angela Merkel, para poder desembolsar más dinero comprando bonos soberanos. En conclusión, el experto de Ignis Asset Management -un fondo de alto riesgo que gestiona casi 60.000 millones de euros en activos a fecha del 30 de septiembre de 2011- considera que la autoridad monetaria es una moneda de cambio.

El gestor del hedge fund suizo, preguntado por esta cuestión, concluye en su reflexión que «al final el BCE acabará comprando más deuda, pero porque es la decisión que menos trabajo requiere para los burócratas de Bruselas». Quitando que se vaya a ampliar la capacidad de Draghi para comprar bonos periféricos, esta persona no cree que se vayan a ver más reformas estructurales dentro del continente en el corto plazo. Por su parte, Stuart Thomson considera que el BCE «no puede ser el gran prestamista en última instancia sin que exista un Gobierno europeo», así que en su opinión por muchos bonos que compre la autoridad monetaria de la zona del euro, esta es sólo una solución temporal. Además, Stuart añade que España «necesitará un rescate y puede que incluso devaluar su deuda» a lo largo de los próximos dos años.

Una opinión ésta que contradice a la que expuso este lunes uno de los candidatos a ocupar el puesto de ministro de Economía en el próximo Gobierno de Mariano Rajoy, Luis de Guindos. De Guindos declaró en una conferencia que dio en la Fundación Ramón Areces que España era un país «solvente» a pesar de las complicaciones que debe afrontar, como por ejemplo la necesidad de recaudar en 2012 entre 330.000 millones de euros y 340.000 millones de euros (un 30% del PIB).

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