El alumno más aplicado de la UE, Irlanda, cumple su parte del trato, según han certificado hoy los técnicos del FMI que se encontraban en el país para revisar el desarrollo de los acuerdos del plan de rescate, pero la incertidumbre de los mercados, la dureza de las condiciones y la mala salud, de algunos compañeros de viaje como Grecia puede impedir que los irlandeses consigan en plazo el resultado que se pretende: que el país vuelva a los mercados por si sólo sin haber dejado de cumplir puntualmente con sus acreedores.
Para que este futuro posible no se confirme, desde el FMI se ha sugerido a Bruselas que impulse una revisión de los pactos del rescate en la que se suavicen sustancialmente las condiciones iniciales. De otro modo, aseguran, la estrategia fracasará. No sólo por las limitaciones que la severidad de los ajustes impone al crecimiento económico, también porque así el país se mantiene condenado a continuar con su suerte ligada al destino de Grecia, circunstancia que puede hacer inútil cualquier esfuerzo individual y despertar finalmente unas tensiones sociales que aún no han aflorado, pero están larvadas.
