Dublín quiere que el Banco Central Europeo rescate a los bancos irlandeses

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Dublín quiere que el Banco Central Europeo rescate a los bancos irlandeses

Los bancos irlandeses no dejan de dar quebraderos de cabeza a los políticos de Dublín, de Bruselas y al resto de bancos europeos, en especial los británicos y los alemanes. Desde el Banco Central Europeo (BCE) estiman que las entidades del Tigre Celta necesitarían entre 18.000 millones y 23.000 millones de euros más para sobrevivir en el medio plazo.

Esta cifra, filtrada por una fuente del BCE citada por la agencia Dow Jones, vuelve a poner de manifiesto el precario estado de las cuentas de las instituciones financieros irlandesas. Además, ha aparecido tan sólo unos días antes de que las autoridades monetarias del país publiquen el próximo jueves los resultados de las pruebas de solvencia del la banca del país.

La cantidad estimada por el BCE, sumada a los 60.000 millones de euros prestados supuestamente del depósito de emergencia del supervisor bancario europeo el pasado mes de febrero, y a los 117.000 millones de euros que también fueron prestado a través de operaciones más convencionales, convierten a las instituciones financieros de Irlanda en receptoras de un tercio de las ayudas que el BCE ha brindado a los bancos de la zona del euro a día de hoy.

No obstante, esta cifra se queda por debajo de las previsiones que ya habían llevado a cabo diversos analistas del sector, que señalaban unas necesidades financieras de unos 35.000 millones de euros.

Esta noticia surge en medio de la polémica que rodea el rescate financiero del que fue objeto Irlanda el pasado mes de noviembre. El recién elegido primer ministro, Enda Kenny, lleva varios días exigiendo a Bruselas una reducción de los tipos de interés a pagar por el mismo, que actualmente se encuentran en el 6%. Sin embargo, y hasta el momento, esta petición no ha sido atendido.

El BCE –que también participó en el rescate- no parece cómodo cediendo a las presiones políticos de un Gobierno de la región. Los demás países de la zona del euro, con Alemania y Francia a la cabeza, exigen que a cambio de una reducción de los tipos, Dublín incremente el impuesto sobre sociedades, que se encuentra en el 12,5%, el más bajo de la zona del euro. Pero Dublín dice que esta tasa no es negociable.

Mientras, la deuda soberana de Irlanda empeora. Los bonos a diez años ya superan el 10,1% de rentabilidad, lo que significa que los mercados internacionales cada vez confían menos en la solvencia del país.

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