Los políticos irlandeses ‘hacen piña’ para enfrentarse a Bruselas

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Los políticos irlandeses ‘hacen piña’ para enfrentarse a Bruselas

Mary Mcaleese, presidenta de Irlanda y miembro del partido Fianna Fáil, se ha pronunciado esta mañana en Madrid a favor del primer ministro de su país, Enda Kenny -de la formación rival Fine Gael-, a la hora de negar que la Isla Esmeralda deba incrementar el impuesto sobre sociedades que actualmente la convierte en un semi paraíso fiscal. Dublín ofrece actualmente un 12,5% de impuestos a las multinacionales que decidan afincarse en Irlanda, la cifra más baja de toda la zona del euro. Por este motivo desde Bruselas tratan de forzar un aumento de la tasa.

La expectación ante lo que pudiese decir la presidenta durante un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum sobre este polémico impuesto era palpable. Así lo han demostrado las preguntas de los medios de comunicación, que han abordado este asunto poco después de que concluyese el discurso de presentación de la dirigente. Mcaleese actualmente ostenta un cargo simbólico en la política irlandesa, pero es una figura destacada dentro del partido que fue derrotado el pasado mes de febrero en elecciones anticipadas por, según opinaban los ciudadanos del país, la mala gestión económica que conllevó un rescate financiero ofrecido por Bruselas y el FMI el pasado mes de noviembre. Aún así su formación se mantiene como principal fuerza de oposición al actual Gobierno.

«Nosotros apoyamos la estabilización de la fiscalidad en la zona del euro, pero no llego a vislumbrar qué relación tiene esto con el impuesto sobre sociedades irlandés», aseguró Mcaleese al ser preguntada por la tasa. Minutos antes, la mandataria había descrito a Irlanda como un feudo para las multinacionales que pretende seguir siéndolo. Precisamente, muchas de estas multinacionales ven en Irlanda el atractivo de tener que pagar tan sólo el 12,5% de tasa, frente a unos porcentajes sustancialmente más altos en otros países de la región (en España, por ejemplo, las multinacionales afincadas en el país deben abonar un 18% contando ya con todos los beneficios que rebajan hasta esa cifra el 30% teórico).

Sin embargo, son cada vez más los expertos que opinan que el Tigre Celta tiene por delante una ardua batalla para lograr mantener esta tasa. Porque Dublín busca desde hace varias semanas -desde que Kenny llegó al poder, a finales de febrero- una reducción del tipo de interés impuesto por Bruselas con motivo del rescate financiero recibido. Actualmente ese tipo a pagar es del 6%, y el Gobierno irlandés quiere negociar para situarlo en el 3,5%, ya que según diversos analistas un tipo más alto que ese no aportaría apenas ventajas a la situación económica del país. Sin embargo Bruselas quiere algo a cambio de reducir el tipo, y con Francia y Alemania a la cabeza, ha exigido a los líderes del la isla atlántica que revisen su política fiscal o, en otras palabras, el 12,5% de su impuesto sobre sociedades.

«Es un suicidio económico subir el impuesto sobre sociedades», comentó hace unos días el primer ministro de Irlanda, que a finales de la semana pasada visitó Washington para reunirse con diversos inversores internacionales que podrían estar interesados en afincarse en suelo celta. Precisamente, ese también ha sido el principal objetivo de Mcaleese esta mañana en Madrid, que además ha defendido las medidas de austeridad aprobadas por su propio partido antes de abandonar el poder y que incluyen, entre otros recortes, una bajada en el salario de los funcionarios públicos de hasta el 15%.

En la reunión que tendrá lugar este jueves 24 y el viernes 25 de marzo en Bruselas para debatir el blindaje del euro, Irlanda volverá a poner sobre la mesa una reducción del tipo a cambio de su fuerte política de austeridad, pero en ningún caso a cambio de variaciones en su impuesto sobre sociedades. De momento Kenny cuenta con una clase política unida y dispuesta a pelear por uno de sus escasos -a día de hoy- atractivos financieros.

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