Los trabajadores de tierra de BAA, que gestiona seis aeropuertos del Reino Unido y pertenece al grupo español Ferrovial, aprobaron mayoritariamente ir a la huelga para reivindicar mejoras salariales a la empresa.
El principal sindicato del sector en el Reino Unido, Unite, que representa a 6.000 trabajadores de tierra de BAA, votó el jueves la propuesta de huelga y la aprobó por mayoría. Los detalles de las movilizaciones se decidirán el próximo lunes, aunque, por ley, los empleados de BAA deben informar a la gestora de aeropuertos con una semana de antelación sobre los paros. Así, la huelga no comenzaría hasta el 23 de agosto, coincidiendo con el final de las vacaciones.
La causa de dichas movilizaciones radica en que los trabajadores consideran insuficientes las propuestas realizadas por parte de BAA sobre las mejoras salariales. La gestora ha ofrecido un aumento del 1% en los salarios, que podría incrementarse en medio punto si se alcanza un acuerdo sobre las libranzas por enfermedad. Los trabajadores de tierra consideran que esta subida es insuficiente ya que en 2009 se produjo una congelación de sus salarios, y exigen una mejora de las condiciones y la inclusión de una prima ligada a los resultados de la empresa.
Por su parte, BAA ha informado de su intención de volver a las negociaciones con sus empleados para evitar el cierre de los seis aeropuertos en los que opera. Estos son los londinenses Heathrow y Stansted, el de Shouthampton (Sur de Inglaterra), y los aeropuertos escoceses de Edimburgo, Glasgow y Aberdeen.
BAA, consorcio dirigido por la española Ferrovial, que a media jornada había experimentado una bajada del 1,32% en el Ibex 35, también mantiene una disputa con Unite sobre las condiciones de trabajo de la tripulación de cabina para los vuelos de larga distancia. Las diferencias, hasta ahora sin resolver después de 18 meses, han generado paros de 22 días en 2010 y le ha costado a la empresa 150 millones de libras (182 millones de euros).
Las consecuencias de la huelga las sufrirán los viajeros, que durante el 2010 ya se han visto afectados por los paros convocados por los empleados de British Airways y por la nube de ceniza que paralizó el tráfico aéreo europeo en el mes de abril.
