La victoria de Hamon en las primarias socialistas revela cómo parte del socialismo europeo (Reino Unido, Portugal) comienza a virar hacia la izquierda. Lo primero que hizo Benoit Hamon como líder de los socialistas franceses fue elogiar a la izquierda “viva y vibrante que levanta la cabeza y mira al futuro”. Ese elogio iba cargado de intención: la izquierda ‘digna’ del futuro está representada por unas ideas radicalmente contrarias a las del Gobierno socialista de Françoise Hollande.
Hamon se impuso anoche al exprimer ministro Manuel Valls en la segunda vuelta de las primarias socialistas. Lo hizo gracias al apoyo del 58% de los votantes, que apostaron por una izquierda “moderna e innovadora”, asegura Hamon.
Desde luego, el historial político del nuevo líder socialista francés lo confirma:
Proveniente de sectores antirracistas – militó en SOS Racismo – y ecologistas, Benoit Hamon ha sido ministro delegado de Economía Social y Consumo durante el comienzo de la legislatura Hollande y ministro de Educación a mediados de ella. Sin embargo, las discrepancias con la línea económica del Ejecutivo francés provocaron su deserción del Ejecutivo y posterior oposición.
Notre pays à besoin d’une gauche qui pense le monde tel qu’il est et non tel qui fut, qui ne se résigne pas à subir les mutations en cours. pic.twitter.com/XuBCd0877j
— Benoît Hamon (@benoithamon) 29 de enero de 2017
Contrario a la reforma laboral llevada a cabo por Hollande, el nuevo líder del socialismo francés asegura que si de él dependiera esa ley quedaría derogada. Del mismo modo, Hamon se muestra favorable a la incorporación progresiva de una renta básica universal (750 euros), inicialmente destinada a todas aquellas personas cuya edad no supere los 25 años. Según él, esta medida permitirá “elegir el trabajo en lugar de someterse a él».
Además, apuesta por la legalización del cannabis y la eutanasia, por la reducción de la jornada laboral (de 35 a 32 horas semanales) y por aplicar una política migratoria mucho más abierta y respetuosa con las diferentes nacionalidades y etnias. Eso garantiza mayor seguridad y ayuda con los refugiados.
Lo que resulta evidente es que el discurso de Hamon casa con el de Jeremy Corbyn – Laboristas – en Reino Unido, con el de Antonio Costa – primer ministro – en Portugal o con el Pedro Sánchez en 2017. Quizá por esa razón el socialismo español ha polarizado su reacción ante los resultados franceses.
