Trump y Clinton necesitan conquistar Nueva York esta noche

Primarias EEUU

Trump y Clinton necesitan conquistar Nueva York esta noche

Donald Trump, precandidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos

Los dos principales favoritos buscan desmontar el efecto de los últimos resultados y lograr un nuevo impulso hacia la nominación “Si he triunfado aquí, puedo hacerlo en cualquier sitio” rezaba uno de los versos entonados por Jay-Z en “Empire State of Mind”. Y no cabe duda de que parte de esa actitud chulesca, propia del rapero marido de Beyoncé, encaja perfectamente con Nueva York, estado natal de Donald Trump y adoptivo de Hillary Clinton. Al igual que, en gran medida, sirve para describir las primarias que tendrán lugar esta noche.

Quizá en todo ello estaba pensando el senador Ted Cruz cuando se refirió a los “valores neoyorquinos” como contraejemplo de todo lo que él defiende. Y, quizá también en parte por esa indosincrasia propia del Estado, según todos los pronósticos, sus habitantes saldrán hoy a defender lo que consideran que es suyo. Sin importarles las tendencias de las últimas semanas ni el famoso ‘moméntum’ político.

Pese a que Hillary Clinton y Donald Trump marchan primeros en las carreras hacia la nominación demócrata y republicana, respectivamente, ambos necesitan un nuevo impulso que los catapulte a la línea de meta.

En el caso de la exsecretaria de Estado porque tras ocho derrotas en las últimas nueve primarias celebradas, necesita enviar una nueva señal de fortaleza. Más aún en el estado por el que fue senadora, ya que una derrota aquí sí que enviaría la señal de que Sanders aún podría dar la vuelta a una ventaja que salvo una catástrofe de magnitud inesperada, como precisamente lo sería para Clinton perder Nueva York, parece irreversible.

Mientras que por lo que se refiere a Trump, aunque su primer lugar parece aún más incuestionable, necesita asegurarse el 50% de los delegados si no quiere ir a una ‘convención dividida’ que cada vez se le presenta como más adversa. Resulta imprescindible, por tanto para el neoyorquino ‘barrer’ en su estado natal para que así se pudiesen cumplir las palabras de su jefe de estrategia, Paul Manafort, quien afirmó esta semana que llegarán a los 1.237 delegados.

Así, aunque a estas alturas, nadie pone en duda que el multimillonario va a ganar en su estado natal; la gran duda es si conseguirá llegar al 50% en cada uno de las 27 secciones en que se divide el Estado a la hora de votar. Si fuese así, conseguiría todos los delgados.

Un particular sistema de reparto que ha provocado estrategias como la del principal rival de Trump en las primarias republicanas, Ted Cruz. El senador por Texas celebró un acto de campaña en El Bronx donde los simpatizantes republicanos son mínimos, pero al contar igual con su cuota de representantes, le bastaría con evitar el 50% de Trump allí, para obtener representación.

Quizá sea esa la estrategia más inteligente para Cruz ya que en una nueva muestra del poco cariño que suscita en el Estado (y también de la gran división que existe entre los republicanos); el congresistas por el partido del elefante, Pete King aseguró que optaría por envenenarse si el cubano estadounidense se hacía con la nominación.

Por su parte, Clinton es también clara favorita si bien con un pronostico de victoria más modesta que Trump ya las encuestas la sitúan en el promedio de unos diez puntos. Sin embargo, Sanders no debe ver muy claras sus posibilidades de dar la sorpresa ya que tiene previsto recibir los resultados desde Pennsylvania, que celebra primarias la próxima semana, en lugar de hacerlo desde Nueva York, como hará la exsecretaria de Estado.

Una vez más cada candidato ha hecho valer sus fortalezas y mientras que Clinton ha basado su campaña en llamar al voto de las minorías raciales, Sanders ha apelado fundamentalmente a los más jóvenes. Así mientras la exscretaria de Estado ha recurrido a sus credenciales y contactos del pasado con congresistas como Charles Rangel, Hakeem Jeffries, Yvette Clarke, Gregory Meeks o Joseph Crowley celebrando diferentes eventos a lo largo del Estado; el senador por Vermont ha recurrido a las nuevas tecnologías y, por ejemplo, ha recurrido al empleo de filtros para apelar al voto en Snapchat, la red social de los más jóvenes.

Pero más allá de los resultados concretos de esta noche, lo que tanto Clinton como Trump tratarán de demostrar es, sobre todo, que los últimos resultados se han debido tan sólo al factor demográfico. Es decir, recuperar un claro favoritismo de cara a la próxima semana en la que otros cinco estados del noreste celebran primarias.

De ser así, según esa ‘teoría demográfica’, el mismo factor que les hizo perder iniciativa en las última semanas sería el que ahora les catapultaría ya casi definitivamente hacia la nominación.

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