Obama nacionaliza General Motors

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Obama nacionaliza General Motors

Obama ha jugado fuerte para salvar de la quiebra a una de las empresas emblemáticas del gran país norteamericano. EEUU se hará con un 72,5% de la ‘nueva’ General Motors después de que se acoja al capítulo 11 de la Ley de Bancarrota. El Estado recibirá 2.500 millones de acciones preferentes con un dividendo anual del 9%. El capital restante de la compañía reestructurada quedará dividido en un 10% para los acreedores, con la opción de compra de otro 15% y un 17,5% para el Sindicato de Trabajadores Automovilísticos Unidos (UAW, por sus siglas en inglés).

El Tesoro ha presentado esta nueva propuesta después de que ayer los titulares de deuda no garantizada de la compañía, por valor de 27.000 millones de dólares, rechazaran otra oferta para capitalizar la deuda de General Motors.

La ecuación de canje únicamente les otorgaba el 10% del capital, sin las opciones de comprar el 15% adicional.

Los acreedores de la empresa tienen hasta las cinco de la tarde de este sábado para decidir si aceptan o no la nueva oferta del Tesoro. Según la automovilística, la propuesta ya cuenta con el visto bueno del 20% de los acreedores de la empresa. En la anterior, el Gobierno exigía que el 90% de los acreedores votaran a favor para su ratificación. Ahora, sólo pide un “porcentaje significativo”.

La crisis de General Motors enfrenta a Washington con Berlín. Representantes de Alemania y Reino Unido han mantenido en las últimas horas reuniones para buscar una solución satisfactoria a la crisis derivada de la delicada situación de General Motors, que afecta de lleno a Opel. Las discrepancias y la falta de acuerdos han sido las constantes de estos encuentros.

Los ministros de Economía e Industria de la UE se reunirán mañana de forma urgente en Bruselas, a petición de la Comisión Europea, para abordar la actual situación que vive el fabricante automovilístico Opel. El encuentro, exigido por los países europeos donde la alemana tiene fábricas, se va a producir pocas horas después de que su matriz, General Motors, se colocase al borde de la suspensión de pagos, una situación que ha obligado a Opel a separarse de la norteamericana.

Aunque Alemania alberga la mitad de las factorías de Opel en el continente, el resto de países afectados han insistido en que se aborde la cuestión de forma comunitaria, para evitar una solución bilateral entre germanos y estadounidenses.

Desde España, donde opera una única fábrica que emplea a 7.500 trabajadores, la ministra de Economía, Elena Salgado, ha condicionado el apoyo español a Opel al mantenimiento de los puestos de trabajo. Mientras, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha confirmado su asistencia a la reunión, la segunda que se organiza en Bruselas para tratar el devenir de la compañía, tras la del pasado abril.

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