La productividad estadounidense ha aumentado un 1,6% durante el tercer trimestre, pero los expertos apuntan a que es probable que la cifra se desinfle pronto. Los últimos datos de la oficina estadística estadounidense confirman que la productividad de la primera economía del mundo aumentó a un ritmo del 1,6% durante el tercer trimestre del 2015. Concretamente, la producción de bienes y servicios se elevó un 1,2% en el período abarcado entre julio y septiembre. Pero la cifra no deja de ser sorprendente: en el mismo período, las horas trabajadas cayeron un 0,5%.
El repunte en productividad coge de imprevisto a los analistas, por tanto, dada la caída de las horas trabajadas. De hecho, las previsiones apuntaban a una caída de la productividad de hasta un 0,2% en el trimestre.
El aumento de la productividad se debe muy especialmente a la subida en producción de las manufactureras, que se ha elevado un 2,7%. Es decir, el informe de productividad sugiere que la capacidad productiva estadounidense está aumentando, a pesar de que la lectura inicial del Ejecutivo americano ante los resultados del PIB apuntaba a lo contrario.
Lo cierto es que las manufactureras estadounidenses tienen que enfrentarse ahora a un dólar fuerte y a un importante recorte en gasto energético. El contexto no es favorable y, en una situación delicada, los analistas esperan que tal subida desaparezca pronto.