Pese a que los laboristas británicos parecen bien posicionados de cara a ganar las elecciones generales de mayo, las encuestas apuntan a que han perdido un feudo histórico: Escocia. El PASOK griego ha quedado al borde de la desaparición parlamentaria en Grecia, en Francia el socialista François Hollande es el presidente con menos apoyo ciudadano de las últimas décadas y en España el PSOE ha perdido, según las encuestas, el segundo puesto en intención de voto frente a Podemos. Pero la crisis que azota a los viejos partidos socialistas del Viejo Continente no acaba ahí; en el Reino Unido los laboristas también enfrentan serios problemas a pocos meses de las elecciones.
Concretamente, al norte de la frontera inglesa. Una esperada encuesta, llevada a cabo por Lord Ashcroft Polls y que ha entrevistado a 16.000 votantes norteños, encuentra que de las 16 regiones escocesas sólo una quedaría en manos de los laboristas mientras que el resto pasaría a estar controlado, a partir de las elecciones generales del próximo mes de mayo, por los nacionalistas del SNP. Esta conclusión supone un fuerte varapalo para un Partido Laborista que en 2010 llegó a controlar 14 regiones escocesas sin necesidad de alianzas y las dos restantes en coalición con los liberales.
Además otra encuesta, llevada a cabo por YouGov y publicada el pasado lunes en el diario The Times, arrojaba una conclusión similar: casi la mitad de los escoceses -el 48%- votarán en tres meses por el SNP, mientras que sólo un 27% lo hará por los laboristas. Muy por detrás se encontrarían los conservadores del primer ministro David Cameron (15%) y los liberales (4%).
El seísmo que han generado estas cifras ha sido de tal magnitud que el líder de los laboristas escoceses, Jim Murphy, se ha visto obligado a comentarlas. “Estas encuestas muestran que el laborismo escocés se encuentra muy por detrás, pero en el fondo las únicas personas que se van a beneficiar de estos resultados serán los tories [conservadores]”, ha declarado.
Sus observaciones no parecen peregrinas. A fin de cuentas los cálculos electorales que se manejan hasta ahora en el Reino Unido dan la victoria al Partido Laborista frente a unos conservadores que obtendrían casi 100 escaños menos. No obstante, si Escocia decide dar la espalda de forma unánime al que ha sido, hasta la fecha, el partido más popular del lugar las tornas podrían llegar a alterarse.
