Grecia cada día más cerca de convocar elecciones anticipadas

Grecia bajo la Troika

Grecia cada día más cerca de convocar elecciones anticipadas

Antonis Samaras, primer ministro de Grecia

Samaras se ha quedado a 40 votos de conseguir que su candidato a la presidencia sea apoyado por la cámara legislativa. Grecia está a dos rondas más de votaciones en el Congreso para tener que convocar elecciones anticipadas. El primer ministro heleno, Antonis Samaras, sólo ha conseguido que 160 de los 300 diputados apoyen el nombramiento de su candidato a la presidencia del país.

Para que el candidato sea nombrado en el puesto, se requiere que obtenga el apoyo de dos terceras partes del Congreso, tanto en la primera ronda como en la segunda. Por ello, se repetirán las votaciones dentro de una semana, el 23 de diciembre.

En caso de llegar a la tercera ronda por falta de apoyos, el primer ministro griego sólo necesitará 180 posiciones a favor para el nombramiento, es decir, tres quintas partes de la cámara. Esta votación se realizaría el día 29 de diciembre.

Si el Gobierno de Samaras volviera a fracasar, el Parlamento se disolvería en los siguientes 10 días y se convocarían elecciones anticipadas, posiblemente a finales de enero. Con el nuevo gobierno, los requisitos para el nombramiento del presidente de Grecia se retoman. En este caso, serían necesarios 180 votos a favor.

En última instancia, y sin haber conseguido una mayoría, habría una quinta ronda de votaciones en las que bastarían 151 diputados a favor.

Todo esto sucede en un contexto de tensión política, que se debe al aumento de la popularidad del partido Syriza, que representa la ‘izquierda radical’ griega. Actualmente, este partido es el principal en la oposición, y todos los sondeos le dan como ganador en caso de celebrarse elecciones anticipadas.

Alexis Tsipras, su líder, ha construido el discurso de su formación política en contra de la austeridad y de la Troika. Sin embargo, sus palabras se han ido moderando conforme ascendían en los sondeos de opinión, por ello, los mercados consideran que, si se convirtiera en primer ministro, su política no sería tan radical como podía parecer en sus comienzos.

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