Iberdrola une fuerzas para convertir al hidrógeno verde en alternativa al petróleo

Energía

Iberdrola une fuerzas para convertir al hidrógeno verde en alternativa al petróleo

El consorcio tiene como objetivo bajar los precios aumentando su producción combinada de hidrógeno verde a 25 gigavatios para 2026

Mundo verde

Un grupo de empresas energéticas, entre las que se encuentra Iberdrola han unido fuerzas para reducir los costes del llamado hidrógeno verde por debajo de los 2 dólares por kilogramo, el precio al que estiman que este gas ecológico puede convertirse en una alternativa atractiva a los combustibles fósiles.

Además de la compañía española, el consorcio de empresas incluye a la danesa Ørsted, la italiana Snam, la saudita ACWA Power, la australiana CWP Renewables, la china Envision y la empresa química noruega Yara. Tienen como objetivo bajar los precios elevando su producción combinada de hidrógeno verde a 25 gigavatios para 2026, lo que supone un aumento de 50 veces con respecto a los niveles mínimos actuales.

El hidrógeno verde, que se produce mediante la electrólisis del agua utilizando energía renovable, es una parte importante de los planes de la Unión Europea para lograr las reducciones de emisiones establecidas en el acuerdo climático de París. También se ve como clave para frenar las emisiones en sectores donde actualmente hay pocas alternativas viables a los combustibles fósiles, como el transporte marítimo.

En su forma actual, el hidrógeno verde suele costar entre 3,50 y 8 dólares por kilogramo. Un análisis de Bloomberg New Energy Finance a principios de este año pronosticó que el precio caería por debajo de los 2 dólares para 2030, pero esta coalición de empresas buscaría recortar cuatro años ese objetivo temporal.

“La fase uno del punto de inflexión es comenzar a competir con el diésel para todo el sector del transporte, que cuesta un poco más que el petróleo crudo”, asegura Marco Alverà, director ejecutivo de Snam a Financial Times. Para que el hidrógeno verde compita con el gas natural y el carbón, tendrá que caer aún más, a 1 dólar por kilogramo.

Los escépticos sostienen que tanto los principales consumidores de combustibles fósiles como las empresas energéticas están muy interesados en promover el hidrógeno porque permite el uso continuado de la infraestructura existente, y expresan sus dudas de que sea más que una solución energética de «nicho».

Varios países ya han establecido objetivos que fomentan el desarrollo del hidrógeno ecológico. En julio, la Unión Europea dijo que quería instalar al menos 40 GW de capacidad de hidrógeno verde para 2030, y el Reino Unido se ha comprometido a apoyar el desarrollo de 5 GW de producción de hidrógeno con bajo contenido de carbono y a desarrollar la primera ciudad calentada enteramente por hidrógeno para finales de la década.

España, que aspira a recibir 140.000 millones del programa (72.700 millones en subsidios y el resto en forma de préstamos), pretende dedicar más de 1.500 millones al impulso del hidrógeno renovable hasta 2023.

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