Cuenta elplural.com que el Jueves de Corpus de Toledo es tradición que los vecinos aplaudan y vitoreen a los políticos que lo han hecho bien y que abucheen a aquellos a los que se critica su gestión y afirma que “en este último apartado se encuentra la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal” que dice está “temerosa de recibir las protestas de la sociedad en una día tan señalado para los conservadores castellano-manchegos, de ahí que el PP tenga verdadero pánico ante el enfado más que probable de los ciudadanos que han sufrido en sus carnes los brutales recortes de la también secretaria general ‘popular’.”
Desvela este digital de izquierdas que para” intentar mitigar estas protestas, que dan ya por inevitables, el PP pretende sacar a la calle a una corte de aduladores y situarlos estratégicamente a lo largo del recorrido procesional” y dice que lo sabe porque se lo han contado fuentes del propio Partido Popular.
Recuerda el medio online que “en Toledo se ve con naturalidad que los asistentes al desfile exterioricen sus sentimientos, como sucedió el pasado año cuando Cospedal acaparó todos los piropos posibles: “Guapa”, “Elegante” y “Alhaja” cuando desfiló por la ciudad “de negro riguroso, luciendo mantilla, con collar de perlas y un broche de brillantes que sujetaba la peineta, ofreciendo una estampa como sacada de un cuadro decimonónico”. Doce meses después las cosas han cambiado tanto, que el PP ha valorado la no participación la presidenta, lo que supondría un mayor escándalo y una gran decepción para la derecha manchega. “Cospedal está atrapada en una dicotomía: Si sale no podrá evitar el cabreo de la gente, y si no participa se lo pondremos en bandeja al PSOE”, señalan las mismas fuentes”.
Elconfidencialdigital.com habla de otro acto público, el del rey para lanzar la Marca España, del que dice queda “prácticamente descartado tras varios aplazamientos”.
Explica este digital que «el Gobierno tiene prácticamente decidido renunciar a lanzar el proyecto de Marca España en un acto público bajo la presidencia del rey, tal como estaba preparando desde hace tiempo». Tras varios aplazamientos, todo indica que el plan del Ministerio de Asuntos Exteriores quedará en nada.
El motivo: “no se considera oportuno llevar cabo una ceremonia de ese tipo en un momento en que puede saltar cualquier noticia negativa para España como consecuencia de las presiones exteriores”.
La primera fecha fijada para celebrar el acto fue el 25 de abril, pero se aplazó debido al accidente sufrido por don Juan Carlos en Botsuana. Iba a ser en el Teatro Real, pero el aplazamiento obligó a descartar ese escenario, porque estaría ocupado en fechas posteriores.
Se pensó después en el 16 de mayo, y en celebrarlo en el Palacio Real, pero tampoco resultó posible: el rey no estaba aún en condiciones de participar en un acto de ese tipo. La última fecha tentativa fue el 13 de junio, pero tampoco tendrá lugar ese día.
