Funcas mejora su previsión para el PIB al 1,8% y avisa de la “débil” evolución de la inversión

Previsiones

Funcas mejora su previsión para el PIB al 1,8% y avisa de la “débil” evolución de la inversión

El ‘think tank’ señala que este impulso procederá del consumo privado gracias a la creación de empleo y al desembolso de parte del ahorro acumulado el año pasado”.

Billetes y monedas de euros

Billetes y monedas de euros.

La economía española crecerá este año un 1,8%, siete décimas menos que en 2023, debido “al menor impulso fiscal y al debilitamiento de las exportaciones”. Así lo señala Funcas en sus previsiones económicas para España 2024-2025, que recogen la demanda nacional aportará los 1,8 puntos al PIB, “con una contribución del consumo público de apenas cuatro décimas, la mitad que en 2023”. “La aportación del sector exterior será nula”, remarca, “frente a las ocho décimas que sumó el año pasado.

“El impulso, por tanto, procederá del consumo privado y del ligero repunte previsto de la inversión, lo que explica la revisión al alza de la previsión de crecimiento (tres décimas más que en enero)”. Según el ‘think tank’, la prórroga de los Presupuestos “hace necesario el recurso acelerado a los fondos europeos, que no están sujetos a las normas de congelación del gasto, de modo que el impulso del programa Next Generation podría ser algo mayor que en 2023.

Además, continúa, el consumo privado “se sostendrá gracias a los ingresos aportados por la creación de empleo y al desembolso de una parte del ahorro acumulado el año pasado como consecuencia de la desinflación”.

Funcas prevé que parte de ese exceso de liquidez desaparezca este año por lo que la tasa de ahorro bajaría al 10,3%, todavía por encima de la media histórica.

“Uno de los puntos que más nos preocupa es la débil evolución de la inversión”, ha señalado Carlos Ocaña, director general de Funcas. “De no recuperarse pronto, se verían afectados el crecimiento a corto plazo y también las perspectivas de crecimiento a largo plazo. A su vez, la inversión es muy necesaria parala corrección de los desequilibrios presupuestarios”, ha explicado.

El desempeño de esta variable, negativo desde la pandemia, es especialmente preocupante en comparación con la media de la UE, pese a que el sector industrial español “ha aguantado mejor la crisis que otros países de la eurozona y pese a ser el segundo país receptor de fondos europeos”.

Política fiscal “más restrictiva”

Todos los componentes del PIB han recuperado los niveles prepandemia, excepto la formación bruta de capital fijo, que en 2023 aún se situaba un 3,5% por debajo del nivel de 2019. En ese periodo, el consumo de las administraciones públicas ha tenido especial protagonismo, con un crecimiento del 10,9%. Ahora, asegura, “el contexto estará marcado por una política fiscal más restrictiva por la reversión progresiva de las ayudas adoptadas para hacer frente al brote inflacionario y por la prórroga presupuestaria este año, lo que se une a la necesidad de cumplir con las reglas fiscales europeas”.

“La política monetaria”, continúa, “seguirá centrada en la vuelta al objetivo de inflación de manera sostenida por lo que el BCE solo empezaría a bajar los tipos de interés a partir del verano, y lo haría de manera gradual”.

“Mejorar la ejecución de los fondos europeos”

Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, ha advertido de que “en este contexto de debilidad de la inversión, existe el riesgo de que el volumen de inversión no sea suficiente para mantener el stock de capital, lo que constreñiría la capacidad de crecimiento a largo plazo de la economía española, así como el crecimiento de la productividad y el avance tecnológico. En este sentido es de crucial importancia mejorar la ejecución de los fondos europeos”.

Para el director de Coyuntura de Funcas, “la competitividad de la economía española es un activo importante que conviene preservar con más productividad”.

En 2025 el PIB crecerá un 2%

Además Funcas pronostica que en 2025 el PIB crecerá un 2%, sin cambios respecto a la previsión de enero, por la mejora de la coyuntura europea. “La inversión debería afianzarse y recuperar el nivel previo a la pandemia, tanto en bienes d equipo como en residencial”, destaca.

En su opinión, “el mejor comportamiento de la inversión compensaría la ligera desaceleración del consumo, de forma que la aportación de la demanda al crecimiento se mantendría en 1,8 puntos”. Por su parte, el sector exterior aportará 0,2 puntos gracias a la mejora de los mercados de exportación.

En cuanto a la inflación, “el proceso de desescalada continúa, pero puede verse condicionado por el comportamiento de algunos componentes, particularmente los servicios, y por el calendario de retirada de las medidas antiinflación del Gobierno”. “Asumiendo que no habrá shock energético, la tasa media anual de inflación sería este año del 3,2%, tres décimas menos que en 2023”, señala.

 

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