Fukushima recibe al menos 7.000 llamadas de China con críticas contra el vertido de agua

China-Japón

Fukushima recibe al menos 7.000 llamadas de China con críticas contra el vertido de agua

El pasado 24 de agosto, Japón comenzó a verter al mar el agua que se había utilizado para enfriar los reactores averiados de la central nuclear de Fukushima.

Central nuclear de Fukushima

Central nuclear de Fukushima

Las autoridades de la prefectura japonesa de Fukushima y la policía nacional recibieron al menos 7.000 llamadas telefónicas desde China con críticas acerca del vertido de agua de la central nuclear de Fukushima-1, informó este martes la agencia de noticias Kyodo.

Según el medio, el gobernador de la prefectura, Masato Utibori, admitió este martes que la administración recibió al menos 3.000 llamadas telefónicas del territorio chino desde el inicio del vertido del agua de Fukushima al mar.

Al mismo tiempo, la policía japonesa contó con unas 4.000 llamadas en chino con protestas en contra del vertido.

La víspera, el primer ministro nipón, Fumio Kishida, exigió a Pekín que pida calma y comportamiento responsable a su población en el contexto de las llamadas ofensivas.

A su vez, el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Wang Wenbin, llamó a Tokio a cesar inmediatamente el vertido de agua y celebrar consultas exhaustivas con los países vecinos al respecto.

El pasado 24 de agosto, Japón comenzó a verter al mar el agua que se había utilizado para enfriar los reactores averiados de la central nuclear de Fukushima, y que se sometió luego a una depuración en el sistema ALPS, que permite eliminar radionúclidos de 62 tipos, menos el tritio.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sostiene que esas descargas son seguras e instaló una oficina en la central de Fukushima para monitorearlas y asegurarse de que se acatan los estándares de seguridad pertinentes, pero aun así el plan suscita los recelos de Rusia, China, las dos Coreas y los habitantes de los municipios próximos a la planta nuclear.

La Cancillería china catalogó el vertido de agua de la planta como «un comportamiento extremadamente egoísta e irresponsable» y agregó que en respuesta a estas acciones, China y otras partes implicadas tienen el derecho a tomar medidas preventivas legítimas, razonables y necesarias para garantizar la seguridad del medio marino y la salud humana.

En este sentido, la Administración General de Aduanas de China anunció el 24 de agosto la decisión de suspender la importación de productos acuícolas de Japón.

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