¿Fin de ciclo? El bipartidismo vuelve a dirigir la agenda

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¿Fin de ciclo? El bipartidismo vuelve a dirigir la agenda

El Gobierno del PSOE y la renovación del Partido Popular acaparan los focos mientras Podemos y Ciudadanos pierden protagonismo.

Pedro Sanchez y Mariano Rajoy

El bipartidismo toma aire. Por primera vez desde 2014, PSOE y PP acaparan todos los focos políticos y mediáticos tras una sucesión de acontecimientos que han sepultado, al menos temporalmente, a los ‘nuevos partidos’. Podemos y Ciudadanos han quedado fuera de juego en el inicio del nuevo ciclo político que estrena el ‘ilusionante’ Gobierno de Pedro Sánchez y cuya oposición liderará el ‘renovado’ Partido Popular.

El miedo y la ilusión han cambiado de bando en cuestión de días. Si hace dos semanas todo era de color naranja, ahora Ciudadanos y Albert Rivera suenan a agua pasada. La oportunidad de ser el Emmanuel Macron (o el Justin Trudeau, a voluntad circunstancial) de España se ha esfumado con la habilidosa composición ministerial de Pedro Sánchez y a los liberales ya no les queda ni siquiera la agenda catalana.

El Gobierno del PSOE anunció este viernes que levantaba el control sobre las cuentas de la Generalitat. Una medida que hace un mes hubiera resultado escandalosa y que de ninguna manera hubiera recibido la ‘aceptación’ de diarios como ABC: “El Gobierno presenta como un gesto a Torra una medida ya prevista por el fin del 155”, fue el titular del diario decano de la prensa española.

Medios que orbitan sobre la derecha política han mostrado abiertamente su satisfacción hacia el nuevo Ejecutivo de Sánchez (Josep Borrell, Nadia Calviño, Isabel Celaà y Fernando Grande-Marlaska, los favoritos), estratégicamente elegido para competir ese espacio ideológico.

El cambio de dirección en El País tampoco resulta halagüeño para Ciudadanos, cuyos 32 escaños en el Congreso han perdido toda capacidad de influencia. La poca atención mediática que recibió su propuesta de utilizar una moción de la Cámara Baja sobre el Instituto Cervantes para votar un adelanto electoral es un ejemplo de ello.

A los movimientos de ajedrez de Pedro Sánchez se une la renovación del Partido Popular. Los desencantados con el ‘marianismo’ y los enfurecidos por la llegada de Sánchez a La Moncloa podrían unirse en la ‘desgracia’ y reagruparse en la trinchera del PP para ‘reconquistar el Gobierno’. La vuelta al voto útil y a la ilusión que suele generar la elección de un nuevo líder o lideresa.

La gran esperanza de Ciudadanos, las sentencias judiciales que vayan minando aún más la confianza en el PP.

Frágil equilibrio de Podemos

La pérdida de influencia mediática de Podemos viene de más lejos, desde que Cataluña y el debate identitario pasaron a primer plano. En cualquier caso, su situación no parece tan alarmante como la de Ciudadanos. Su responsabilidad en el cambio político y el giro centrista del PSOE les ha abierto una ventana de oportunidad para afianzarse en la izquierda, lejos ya de conquistar grandes mayorías, eso sí. Al menos por ahora.

El cómo gestiona su posición parlamentaria y el equilibrio entre presión y premio sobre materias sociales dirimirá sus expectativas. El nuevo Gobierno intentará sacar adelante medidas que le mantengan (al menos publicitariamente) en el centro izquierda. Podemos tratará de evitar parecer una simple muleta (Izquierda Unida con Zapatero) pero es consciente del riesgo electoral que puede suponer tensar demasiado la cuerda.

El PP y el PSOE cierran el ciclo de la crisis pareciendo los ‘nuevos’ partidos. Podemos y Ciudadanos inician un camino introspectivo y el bipartidismo vuelve sin nada que no hubiera antes.

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