Europa negocia ‘a escondidas’ un tratado de libre comercio similar al CETA con Japón

Libre comercio

Europa negocia ‘a escondidas’ un tratado de libre comercio similar al CETA con Japón

El JEFTA pretende profundizar la voluntad globalizadora sin regulación de la UE.

Shinzo Abe, primer ministro de Japón

El TTIP, el TISA, el CETA y el JEFTA. Todas estas letras son acrónimos de tratados de libre comercio negociados por la Unión Europea con diversos actores políticos del panorama internacional. Los dos primeros encallaron, el tercero (CETA) está cerca de producirse y el cuarto es una sorpresa que pronto empezará a conocerse.

El JEFTA es el nombre que tiene el acuerdo de libro comercio que están negociando desde 2013 la Unión Europea y Japón. En el mismo sentido que sus otros tratados ‘hermanos’, el proceso negociador del JEFTA está caracterizado por el secretismo y la opacidad.

Un ejemplo de ello es que la voluntad de las partes es cerrar el acuerdo este verano 2017 y a días que comience el mes de julio apenas se conocen datos o propuestas concretas que se incluyan en el acuerdo. Hasta el momento, más allá de brindis al sol (“combatir el proteccionismo”, “un revés contra el populismo”, claman en Bruselas), lo único que se ha podido saber del acuerdo es gracias a unas filtraciones llevadas a cabo por Greenpeace.

En esas informaciones se detalla, entre otras cosas, cómo el JEFTA plantea la reducción de los aranceles japoneses sobre las importaciones de alimentos a cambio de eliminar los aranceles en Europa sobre los coches procedentes de Japón.

El acuerdo entre la UE y Japón incluiría también la polémica justicia independiente a los Estados (“Investors Court System”) que derivaría per se en una protección (aun) mayor de los inversores sobre los ciudadanos (convertidos exclusivamente en consumidores, según el tratado).

El JEFTA también incluye medidas más laxas sobre el medio ambiente, relativas al comercio de madera (tala) ilegal y la sobrepesca (caza de ballenas). El acuerdo, por tanto, podría dificultar que la UE y Japón adoptaran las medidas medioambientales necesarias para cumplir sus obligaciones en virtud del Acuerdo de París, considera Greenpeace.

“JEFTA es una amenaza para nuestros derechos democráticos, nuestra salud y nuestro medio ambiente”, asegura la ONG que ha tenido acceso a los documentos del acuerdo.

La comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, niega las acusaciones de Greenpeace, a quien acusa de ir siempre en contra de cualquier acuerdo comercial. Según Malmström, el JEFTA protegerá las normas medioambientales y la protección del consumidor. “No son negociables», asegura.

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