Europa gira a la derecha, según las encuestas

Europa gira a la derecha, según las encuestas

Las elecciones del 6 al 9 de junio pueden suponer un cambio importante en el devenir de la UE.

Bandera Union Europea

Bandera de la Union Europea

Las encuestas predicen el triunfo de los partidos conservadores y un avance de la extrema derecha en el seno de la Unión Europea (UE) en las elecciones legislativas entre el 6 y el 9 de junio próximos. Ursula von der Leyen no debe tener muchas dificultades para ser de nuevo la presidenta de la Comisión al encabezar la lista del Partido Popular Europeo, pero tiene que decidir con quien aliarse. Es decir, no es seguro que mantenga al mismo nivel los dos grandes ejes de su política hasta ahora: pacto verde y transición tecnológica.

El segundo grupo más importante será el socialdemócrata, del que forman parte los socialistas españoles. La extrema derecha podría superarles, pero, salvo milagro, seguirán en dos grupos diferentes con visiones contrapropuestas en asuntos tan delicados como la guerra de Ucrania, por ejemplo. Los liberales (los reformistas de Macron y Ciudadanos entre otros) podrían perder la tercera plaza y los partidos más a la izquierda y los verdes tampoco parece que vayan a mejorar sus resultados ni ser decisivos en el nuevo Parlamento.

La extrema derecha sigue al alza, pero hay enormes diferencias en asuntos como Ucrania entre sus diferentes grupos

Hasta ahora populares, socialdemócratas y liberales, con apoyos en ocasiones de los verdes y otras formaciones, vienen gestionando, con algunas salvedades y divergencias, los destinos de la UE. Ocupan las principales responsabilidades y negocian todos los asuntos trascendentes. Pero la irrupción de esta ola reaccionaria podría alterar el statu quo actual. 

¿POR QUÉ SE RADICALIZAN LOS EUROPEOS? 

Parece claro que como le ocurre a la mayor parte de las democracias hay una cierta deriva a favor de posiciones más polarizadas. En Bruselas creen que hay varias razones, como el malestar social por los problemas de la vivienda, por las dificultades de los jóvenes para encontrar trabajos estables, por la influencia de las redes sociales, porque las transiciones verde y digital se encuentran con resistencias y porque cada vez son más frecuentes las interferencias ajenas en los países democráticos -léase injerencias de Rusia y China, entre otros- que han creado estados de ánimo, en base a manipulaciones, desinformación y mentiras, contrarios a los sistemas democráticos. 

Marine Le Pen

La situación es tal que muy probablemente los partidos de extrema derecha puedan ganar en Francia (Le Pen), Italia (Meloni), Países Bajos (Wilders), Hungría (Orban), Eslovaquia (Fico) y obtener muy buenos resultados en Polonia, Bélgica (donde se celebran al tiempo elecciones federales que prevén un triunfo muy significativo del partido radical de derechas Vlaams Belang en Flandes, la mayor región del país), Eslovenia, Portugal, etc. Un resultado inédito que, sin duda, alterará las políticas actuales de Bruselas en temas como el cambio climático, por ejemplo. 

Un veterano diplomático español cree que “podríamos estar dando un paso atrás para luego relanzar el proyecto europeo”. A lo largo de la historia ha ocurrido muchas veces así. 

Eurobarómetro acaba de publicar una encuesta regional en la que los ciudadanos afirman tener una gran calidad de vida

LA PERCEPCIÓN CIUDADANA 

Sin embargo, las encuestas de Eurobarómetro ofrecen resultados diferentes. La Comisión acaba de publicar una realizada a escala regional (entre enero y febrero de este año en 194 regiones con más de 60.000 participantes) en la que el 82% califican de positiva su calidad de vida; el 65% tienen una opinión favorable de la economía de su región; el 58% tienen confianza en sus responsables regionales y municipales y el 38% no.

En líneas generales se muestran optimistas sobre el futuro regional en un 66% y de la UE en un 55%. Consideran cruciales para el futuro la economía, la justicia social y el empleo (29%), el cambio climático (24%) y la educación y la cultura (24%). La imagen general de la UE cosecha un 48% de aprobación. Y a pesar de ello corre un viento negativo por todo el continente que se trasladará, según todos los expertos, a los resultados electorales. ¿Dónde está el misterio?  

LA DERIVA DE LAS REDES SOCIALES 

El grupo de comunicación Llorente y Cuenca ha presentado en Bruselas un detallado informe sobre las opiniones vertidas por los europeos en las redes sociales. Durante un año examinaron la conversación digital en X (antes Twitter) de 9 países europeos, entre ellos España. Siguieron de cerca seis temáticas relacionadas con Europa: política exterior y defensa, ampliación y vecindad, autonomía estratégica, Estado de Derecho y populismos, competitividad y lucha contra el cambio climático. En total se examinaron 17 millones de mensajes de un millón de perfiles. 

redes sociales

Los resultados no son halagüeños: la mayoría de las posiciones expresadas sobre esos temas tienden a ser negativas; no existe una opinión pública europea, lo que significa que las políticas deban adaptarse a cada país; las reacciones tienden a ser emocionales y, por tanto, más viscerales. Si existe una preocupación evidente por el auge de los populismos iliberales tipo Hungría o Polonia, pero al mismo tiempo se da un acusado desinterés por temas como la competitividad o el cambio climático. Y se detecta una clara hostilidad a temas como la autonomía estratégica de Europa frente al resto del mundo o las políticas de ampliación y de vecindad, que tocan de cerca uno de los grandes problemas de la UE: la migración.  

LA OPINIÓN DE LOS EXPERTOS 

Sin embargo, el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, del inglés European Council on Foreign Relations), estima que, pese al avance de los partidos antieuropeos, las organizaciones europeístas pueden salir reforzadas. Fundado en 2007 por cincuenta personajes políticos de toda Europa, y apoyado por George Soros, el ECFR elabora análisis estratégicos sobre la UE y no recibe subvenciones públicas. Es un grupo de reflexión paneuropeo.  

La Comisión quiere contrarrestar y mitigar las influencias externas que generan informaciones falsas y manipuladas

Según dos de sus más destacados expertos en política exterior, Ivan Krastev y Mark Leonard, para que ese reforzamiento sea posible, los partidos europeístas deben evitar “imitar” las políticas de extrema derecha, entre ellas la migratoria. Entre las principales conclusiones del estudio “Para entender bien las elecciones al Parlamento Europeo” revelan que la importancia de las migraciones como factor de voto es relativamente poca en toda Europa. Y estiman que la valoración de la respuesta de la UE ante crisis como la de la covid-19, el cambio climático y Ucrania es, en general, “negativa”. 

El estudio se ha realizado a partir de los datos obtenidos en encuestas de YouGov y Datapraxis en Austria, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, España y Suecia. Para los autores, los líderes europeos deberían llevar a cabo campañas nacionales específicas para “abrir los ojos” de los principales grupos de votantes sobre la importancia de mantener una dirección europeísta en la próxima legislatura. 

Según sus cálculos, la extrema derecha no será la que defina la agenda de la UE, porque el movimiento antieuropeo tiene objetivos y deseos muy diversos. De hecho, solo hay cuatro Estados miembros —Austria (58%), Alemania (55%), Países Bajos (63%) y Suecia (59%)— en los que la mayoría del electorado reconoce que los líderes de los partidos de extrema derecha planean la salida de su país de la UE. En Italia, muy pocos simpatizantes (15%) del partido que gobierna, Fratelli D’Italia, creen que Giorgia Meloni quiere sacar a Italia de la UE, y el electorado italiano en general (17%) también parece dudarlo. En Francia ocurre algo parecido con Le Pen, que ha moderado sus posiciones anti-europeas. 

LA DIVISIÓN DE LA EXTREMA DERECHA 

El movimiento antieuropeo de derechas está dividido también en torno a asuntos cruciales como la política migratoria y la guerra de Ucrania. Los votantes de PiS y de los Demócratas Suecos apoyan firmemente el esfuerzo de guerra ucraniano. Esta opinión la comparten muchos seguidores del portugués Chega y el español Vox. Sin embargo, en otros países, no es así: el 88% de los votantes del Fidesz húngaro, el 70% de los simpatizantes del Partido de la Libertad (FPO) austriaco y el 69% de la AfD alemana se oponen a la ayuda y creen que Europa debe empujar a Ucrania a negociar un acuerdo con Rusia, siempre según los datos ECFR. 

Vista de la sede federal de Alternativa para Alemania (AfD) en Berlín. La Fiscalía de Berlín realizó un registro de las oficinas del partido ultraderechista por indagaciones sobre el financiamiento de la campaña electoral de 2017 - Foto: Jörg Carstensen / dpa / picture alliance / dpa

Según las encuestas de esta organización la inmigración no moverá tanto voto como se presume. De hecho, a los ciudadanos les preocupan más otros temas como la crisis económica mundial o las pandemias. La inmigración está al mismo nivel de preocupación que el cambio climático o la guerra de Ucrania. Entre todos los países encuestados, la inmigración es el principal asunto exclusivamente en Alemania y Austria.  

A los votantes les interesan más las motivaciones de los líderes que sus políticas. Krastev y Leonard señalan que los dirigentes europeos corren el riesgo de agravar el problema si se centran “demasiado en la política y dan la impresión de estar lejos de las principales preocupaciones de sus electores”. 

INTELIGENCIA ARTIFICIAL 

En la UE preocupan de modo especial las interferencias ajenas. De hecho, esta semana han presentado una propuesta para hacer frente a las intoxicaciones cibernéticas y en especial en redes sociales. Por ejemplo, con medidas para mitigar las manipulaciones vinculadas a la IA generativa, obligando a especificar que el contenido ha sido generado así; cooperación entre autoridades, expertos y organizaciones de la sociedad civil para evitar la desinformación y potenciar la ciberseguridad; tener una respuesta rápida ante incidencias; más exigencias a las grandes plataformas y motores de búsqueda para que sean más transparentes. 

Inteligencia artificial

La Comisión tiene previsto realizar una prueba de resistencia con las grandes plataformas a finales de abril, con el fin de comprobar la eficacia de las medidas adoptadas para mitigar los riesgos. Una propuesta de la Comisión que, en todo caso, probablemente llega tarde y que no será fácil que se cumpla. 

CONCLUSIONES 

En conclusión, los europeos votarán en junio con cierto desencanto por lo que ha ocurrido en esta legislatura, influidos en muchos casos por desinformaciones intencionadas generadas fuera del continente, preocupados por problemas inmediatos como la vivienda o el cambio climático, descontentos con el peso internacional de Europa, atentos a la presión migratoria y más ocupados de su país que del entorno europeo. Pero de ellos depende hacia donde se encamine la UE en el futuro.  

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