El índice asigna a cada Estado miembro una puntuación de 0 a 100, donde 100 representa la plena igualdad entre mujeres y hombres. La categoría de poder —que mide la presencia de mujeres en parlamentos, gobiernos, consejos de administración y órganos de influencia social— sigue siendo la dimensión con mayores desigualdades, pese a la mejora registrada en varios países.
En los parlamentos nacionales de la UE, los hombres ocuparon en 2024 el 67% de los escaños, frente al 33% de mujeres
Representación desigual en parlamentos y gobiernos
En 2024, la representación femenina en los parlamentos nacionales de la UE se situó en el 33%, frente al 67% de hombres. Este reparto confirma que las instituciones políticas continúan marcadas por una brecha persistente, pese a la aplicación de medidas de paridad en distintos Estados miembros.
El informe señala que esta desigualdad tiene efectos directos sobre la configuración de la agenda política y las prioridades legislativas, ya que la menor presencia de mujeres reduce la diversidad de perspectivas en los centros de decisión.
Las mujeres siguen fuera de los principales centros de decisión política, económica y social en la mayoría de países de la UE
Brecha persistente en las grandes empresas
La desigualdad también se evidencia en el ámbito económico. En 2024, solo el 34% de los miembros de los consejos de administración de las mayores empresas cotizadas de la UE eran mujeres, frente al 66% de hombres. Las cifras muestran que, incluso cuando alcanzan posiciones intermedias, las mujeres encuentran más barreras para acceder a los cargos de máximo nivel.
El EIGE destaca que las mujeres afrontan mayores dificultades para conseguir financiación electoral, menor influencia en los procesos de selección de candidaturas y un acceso desigual a redes de poder, factores que condicionan su presencia en los espacios de decisión.
Cuotas de género con efectos positivos pero limitados
Durante las últimas elecciones al Parlamento Europeo, 10 países de la UE aplicaron cuotas de género en las listas electorales. En España, Francia y Croacia, las eurodiputadas alcanzaron el nivel de representación previsto por estas medidas.
No obstante, el informe advierte de que las cuotas por sí solas no eliminan los obstáculos estructurales. Persisten barreras como los estereotipos de género, la desigualdad en los cuidados y la resistencia dentro de partidos y empresas a incorporar perfiles femeninos en puestos de máxima responsabilidad.
La violencia política afecta directamente a la permanencia de las mujeres en los cargos públicos
Violencia y acoso que expulsan a mujeres de la política
Entre 2.600 mujeres políticas locales encuestadas en 31 países europeos, casi un tercio denunció haber sufrido violencia durante su carrera. El impacto de estas agresiones fue diverso: un 41% afirmó que las hizo sentirse inseguras; un 30% señaló efectos negativos en su vida personal; un 21% reconoció haber practicado autocensura; y un 12% llegó a abandonar la vida pública.
El estudio alerta de que la violencia política no solo afecta a quienes la sufren, sino que también debilita la representación democrática, al desalentar a las mujeres a acceder o permanecer en los espacios de decisión.
Estereotipos que condicionan el acceso al poder
El índice muestra que los estereotipos siguen influyendo en la percepción de quién está legitimado para liderar. En la mayoría de países europeos, los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de considerar que los políticos varones son “más ambiciosos”.
Entre los jóvenes de 15 a 24 años, la brecha es especialmente significativa: un 48% de hombres jóvenes está de acuerdo con esa afirmación, frente a un 34% de mujeres jóvenes.
Además, en la UE, un 22% de los hombres y un 17% de las mujeres cree que las mujeres “no poseen las cualidades necesarias” para ocupar puestos de responsabilidad política. Las diferencias entre países son notables: el acuerdo con esta idea alcanza el 49% en Hungría, mientras que se sitúa en el 2% en Países Bajos.
Casi la mitad de los jóvenes varones cree que los hombres en política son más ambiciosos que las mujeres, según los datos del estudio
España e Irlanda entre los países que más progresan
En la última década, España, Irlanda, Francia e Italia se sitúan entre los países que más han reducido la brecha de género en los puestos de toma de decisiones. En el caso español, el avance ha sido especialmente notable en el ámbito político y en la presencia de mujeres en los consejos de administración.
Las puntuaciones más recientes disponibles del dominio de poder, según los datos del Índice de Igualdad de Género (escala 0-100):
| País / Región | Puntuación en poder | Situación relativa |
|---|---|---|
| Unión Europea | 61,4 | Media de la UE |
| Suecia | 85,8 | Entre las más altas |
| Francia | 85,3 | En la parte alta |
| España | 82,0 | Superior a la media, entre las mejores |
| Finlandia | 75,8 | Alto nivel |
| Países Bajos | 75,3 | Alto nivel |
| Irlanda | 67,6 | Por encima de la media |
| Italia | 66,5 | Ligeramente por encima de la media |
| Portugal | 61,3 | En torno a la media |
| Hungría | 27,1 | Muy por debajo |
Un progreso aún insuficiente para cerrar la brecha
El Índice de Igualdad de Género 2025 concluye que, aunque la UE registra avances sostenidos, la igualdad plena en el poder tardará aún varias décadas en alcanzarse si no se aceleran las políticas de igualdad.
El informe subraya la necesidad de aplicar cuotas efectivas, garantizar procesos de selección transparentes, reforzar medidas contra la violencia política, mejorar la corresponsabilidad en los cuidados e impulsar cambios culturales que desactiven los estereotipos sobre liderazgo.







