«Las huelgas de advertencia comenzarán en todas las plantas el lunes», anunció Thorsten Gröger, director de distrito de IG Metall en el estado federado de Baja Sajonia. En un principio no dio más detalles.
La tregua mientras se celebran negociaciones entre el sindicato y la empresa, durante la cual no están permitidas las medidas de fuerza, expiró en la medianoche del sábado.
El conflicto se refiere al salario de los aproximadamente 120.000 empleados de las plantas de Volkswagen AG, donde se aplica un convenio salarial interno independiente.
Volkswagen rechaza hasta ahora cualquier aumento y exige en cambio un recorte salarial del diez por ciento debido a la difícil situación del grupo. También están sobre la mesa el cierre de plantas y los despidos forzosos.
Ambas partes se reunirán para la próxima ronda de negociaciones salariales el 9 de diciembre.
La última vez que se produjeron huelgas en plantas individuales de la mayor automotriz de Europa fue durante la ronda salarial de 2021, pero la última acción concertada en los seis principales centros de producción del oeste de Alemania fue en 2018, cuando participaron más de 50.000 empleados, según IG Metall.
Volkswagen está sumido en una profunda crisis. La dirección ha amenazado con posibles cierres de plantas y despidos masivos en un intento de reducir drásticamente los costes laborales.
«La frustración entre los trabajadores es grande», declaró Daniela Cavallo, presidenta del comité de empresa. La opción de la huelga ofrece a los trabajadores una salida «para desahogarse», dijo, y añadió que espera un apoyo significativo a las acciones previstas.
La compañía desestimó el viernes una propuesta de IG Metall y del comité de empresa, que sugería aplazar un posible aumento salarial a cambio de evitar cierres de plantas y despidos. La empresa argumentó que la oferta no suponía un alivio financiero a largo plazo.
En respuesta, IG Metall está intensificando la presión, y el principal negociador, Gröger, declaró que las huelgas previstas serían «imposibles de pasar por alto para la empresa».
«No queremos este conflicto, pero seguiremos adelante mientras el comité ejecutivo sólo se centre en recortes y despidos en lugar de perspectivas», añadió. «Si es necesario, este será uno de los conflictos más duros que Volkswagen haya visto nunca».
