Los datos de ejecución del Estado correspondiente al mes de noviembre arrojan un déficit equivalente al 1,02% del PIB en términos de contabilidad nacional, según las cifras publicadas hoy por el Ministerio de Hacienda. En concreto, el déficit se situó en 12.378 millones de euros, lo que supone un descenso del 31,6% respecto al mismo periodo del año anterior.
La mejora en el déficit del Estado se debe fundamentalmente al incremento de los recursos no financieros, que crecieron un 8,5% frente a los gastos no financieros, que aumentaron un 4,6%. Si se descuentan los intereses devengados, el saldo primario positivo ascendía al 0,96% del PIB, frente al superávit primario del 0,52% del PIB registrado en el mismo periodo de 2017.
Los recursos no financieros se situaban en noviembre en 180.975 millones, cifra equivalente al 14,93% del PIB, lo que supone un aumento del 8,5% interanual.
Esta evolución se debe, fundamentalmente, a la mejora de los ingresos procedentes de los impuestos, que crecieron un 8,4%, hasta alcanzar los 157.259 millones. Hasta octubre, los impuestos sobre la producción y las importaciones aumentaron un 5%, destacando el IVA que aumentó un 6,1%.
Por su parte, los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio aumentaron 13,2%, y entre ellos el IRPF creció un 11,8%. Estos incrementos se ven compensados parcialmente con el descenso de las cotizaciones sociales que cayeron en un 1,5%, por la progresiva sustitución de empleados activos con Régimen de Clases Pasivas por otros con Régimen de Seguridad Social.
Las rentas de la propiedad aumentaron un 28,7%, pasando de 4.133 millones en 2017 hasta 5.318 millones en 2018, debido fundamentalmente a los mayores dividendos del Banco de España, Loterías y Apuestas del Estado y ENAIRE. Este incremento se vio compensado a su vez por el descenso en las ayudas a la inversión procedentes de fondos FEDER, que pasan de 632 millones en 2017 a 97 millones en 2018.
