De este modo, en el conjunto del año la rentabilidad de las inversiones del fondo noruego se redujo un 14,1%, la segunda mayor de su historia, después del rendimiento adverso del 23,3% en 2008.
A pesar de esto, la entidad destacó que su rendimiento en el año fue un 0,88% superior al del índice de referencia, lo que equivale a 118.000 millones de coronas (10.939 millones de euros).
En concreto, el fondo sufrió una caída del 15,3% en el caso de la cartera de renta variable de la entidad, que representaba el 69,8% de la exposición del vehículo inversor de Noruega.
De su lado, la cartera de renta fija, que suponía el 27,5% de la exposición del fondo, ofreció durante el ejercicio un retorno negativo del 12,1%, mientras que las inversiones inmobiliarias no cotizadas, el 2,7% de la cartera, reportaron una rentabilidad positiva del 0,1%.
En el caso de las inversiones del fondo soberano noruego en infraestructuras renovables no cotizadas, con un peso del 0,1% en la cartera de la entidad, la rentabilidad en el año fue del 5,1%.
«El mercado se vio afectado por la guerra en Europa, la alta inflación y el aumento de las tasas de interés. Esto tuvo un impacto negativo tanto en el mercado de acciones como en el de bonos al mismo tiempo, lo cual es muy inusual», dijo Nicolai Tangen, consejero delegado de Norges Bank Investment Management.
«Todos los sectores en el mercado de valores tuvieron rendimientos negativos, con la excepción de la energía», añadió.
Por otro lado, el fondo indicó que la corona noruega se depreció frente a varias de las principales monedas durante el año, elevando el valor del fondo en 642.000 millones de coronas (59.518 millones de euros). Al cierre del año, el valor en coronas del vehículo inversor era de 12,42 billones (1,15 billones de euros).