El gobernador de Utah, Spencer Cox, ha explicado en rueda de prensa que el jueves por la tarde, un familiar del sospechoso habló con un amigo de la familia que, a su vez, contactó con la oficina del sheriff en el condado de Washington. “Robinson les había confesado que había cometido el ataque”, ha declarado, reconociendo que su propio entorno “hizo lo correcto”, según Europa Press.
Fuentes de seguridad citadas por la cadena CNN apuntan a que fue el propio padre del sospechoso quien identificó a su hijo en las fotos difundidas por el FBI y quien terminó contactando con un pastor religioso para que le ayudase en la entrega.
Cuando las fuerzas de seguridad localizaron al sospechoso, que vestía una ropa similar a la que aparece en las fotografías que se hicieron públicas, ha explicado Cox, que ha comparecido ante los medios después de que el presidente, Donald Trump, anunciase el arresto en una entrevista en Fox News.
El entorno de Robinson ha reconocido ante los investigadores que el joven se había politizado en estos últimos años y que incluso había contado que Kirk iba a acudir al campus de Orem donde finalmente perdió la vida y que no le gustaban sus ideas. En mensajes con su compañero de piso, también aludió al fusil con el que presuntamente perpetró el crimen, planteando entre otras cosas que lo abandonaría en un arbusto.
El gobernador ha confirmado, además, que Robinson había realizado inscripciones en las balas para escribir consignas como ‘Hey, fascista, ¡cógelo!’, un extracto de la canción antifascista ‘Bella Ciao’ o ‘si estás leyendo esto, eres gay’, recoge la citada agencia.