El Brent y el West Texas suben a máximos de tres y siete años tras el encastillamiento de la OPEP+

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El Brent y el West Texas suben a máximos de tres y siete años tras el encastillamiento de la OPEP+

La OPEP+ desoye los temores de una crisis energética mundial y mantiene sus planes de producción.

Extración de petróleo

Extracción de petróleo

El precio del petróleo de referencia en EEUU se encuentra en su nivel más alto en siete años, mientras que la referencia para Europa se encuentra en máximos de tres años, después de que ayer la OPEP y sus aliados se negasen a acelerar sus planes de aumento de producción de crudo a pesar de la crisis energética mundial.

En las últimas semanas países de todo el mundo se han visto atenazados por una escasez de suministros energéticos que ha llevado los precios del gas natural y del carbón al nivel más alto registrado, mientras que los precios del petróleo han ido subiendo de forma constante a medida que la economía mundial se recuperaba de la crisis provocada por la pandemia.

Sin embargo, el grupo de países de la OPEP+, que incluye a Rusia desde 2016, anunció ayer mantendría el plan formulado este verano de aumentar solo gradualmente la producción de petróleo en 400.000 barriles diarios cada mes.

La decisión amenaza con aumentar las tensiones entre los grandes consumidores de energía, como EEUU, Europa y China, que temen que la inflación de los costes energéticos pueda hacer descarrilar su recuperación económica, y el grupo de países productores.

Según publica Financial Times, el petróleo estadounidense de referencia West Texas Intermediate se disparó el lunes un 3% tras la reunión, hasta superar los 78 dólares por barril por primera vez desde 2014, mientras que el crudo Brent, de referencia en Europa, subió hasta los 82 dólares por barril por primera vez en tres años. El martes, el primero cotizaba en torno a los 77,80 dólares, mientras que el segundo se mantenía en torno a los 81,60 dólares.

“Con esta decisión, la OPEP+ parece conformarse con que los precios del petróleo suban a pesar de la preocupación por el agravamiento de la crisis energética en Europa y Asia”, señala al diario británico Helima Croft, jefa de estrategia global de materias primas de RBC Capital Markets.

La OPEP+ acordó recortes de producción sin precedentes el año pasado, cuando la demanda de petróleo se desplomó en el punto álgido de los confinamientos en todo el mundo occidental. Pero el banco de inversión Goldman Sachs advirtió la semana pasada que las reservas mundiales de crudo se estaban reduciendo a un ritmo récord y avisaba de que los precios podrían subir a 90 dólares el barril a finales de este año.

Arabia Saudí, líder de facto de la OPEP y uno de los principales aliados de EEUU en el Golfo, eludió por segundo mes consecutivo su habitual rueda de prensa tras la reunión de los ministros de Energía, negándose a explicar su estrategia o si cree que el mercado del petróleo está desabastecido.

Pero personas familiarizadas con las discusiones señalan a Financial Times que el príncipe Abdulaziz bin Salman, ministro de energía del país y medio hermano del príncipe heredero Mohammed bin Salman, no cree que los precios del petróleo hayan subido lo suficiente en los últimos meses para justificar un cambio de rumbo, a pesar de que otras materias primas energéticas han subido. La demanda de petróleo también podría volver a caer este invierno si la pandemia de coronavirus vuelve a requerir cierres.

“Con las señales contradictorias y las incertidumbres que rodean al mercado, no hay motivos para cambiar de rumbo”, señala Bassam Fattouh, director del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, del que el príncipe Abdulaziz forma parte.

También existe un elemento más amplio de frustración por el hecho de que los productores de combustibles fósiles están siendo dejados de lado en la prisa por reducir las emisiones de CO2 por parte de las grandes economías industriales, a pesar de que siguen constituyendo la gran mayoría de sus suministros energéticos.

Los países de la OPEP consideran que el aumento de los precios es necesario tanto para impulsar la inversión futura en la producción de petróleo y gas, mientras la demanda sigue creciendo, como para recordar a las economías avanzadas su continua importancia para la salud de la economía en general.

Christyan Malek, de JPMorgan, reflexiona que la OPEP pretende parecer firme en su toma de decisiones, mientras que el aumento de los precios del petróleo también está ayudando a reforzar las economías de los países productores. “Los precios del petróleo no han subido al mismo ritmo que los del gas natural o el carbón, por lo que hay menos presión inmediata para actuar”, explica.

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