El BCE percibe los primeros signos de estrés en la banca por el aumento de la morosidad

Estabilidad financiera

El BCE percibe los primeros signos de estrés en la banca por el aumento de la morosidad

El informe de estabilidad financiera del BCE constata la resistencia del sector, pero insta a aumentar provisiones para cubrir crecientes pérdidas por créditos.

Banco Central Europeo

Banco Central Europeo

El Banco Central Europeo (BCE) ha advertido de que los balances de los bancos de la eurozona muestran los “primeros signos de estrés” tras un aumento de los impagos de los préstamos y de la morosidad desde mínimos históricos.

El organismo —que ha aumentado los tipos de interés en 4,5 puntos porcentuales en poco más de un año, en un movimiento sin precedentes— ha instado a las entidades financieras a aumentar sus provisiones para cubrir las crecientes pérdidas de los préstamos y ha pronosticado que sus beneficios se verán afectados por la caída del volumen de los créditos y el aumento de los costes de financiación.

“Es probable que un periodo más prolongado de tipos de interés elevados se traduzca en un aumento de las provisiones, lo que a su vez afectará a la rentabilidad en el futuro”, ha advertido el BCE en su informe semestral de estabilidad financiera, si bien ha asegurado que el sistema bancario está “bien situado” para hacer frente a un deterioro de la calidad de los activos por sus “sólidos niveles de capital y liquidez” y al aumento de la rentabilidad, que recientemente alcanzó su nivel más alto en más de una década.

La banca de la eurozona resistió a las turbulencias desatadas en el sector financiero a principios de año, cuando varias entidades estadounidenses y suizas, como Silicon Valley Bank y Credit Suisse, colapsaron o tuvieron que ser rescatadas.

El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha afirmado durante la presentación del informe que, aunque «los riesgos para la estabilidad financiera pueden parecer menos graves, siguen siendo elevados», señalando el impacto del menor crecimiento económico, el endurecimiento de las condiciones de financiación, el aumento de los impagos y la caída de los mercados inmobiliarios.

También señaló que una «escalada del conflicto en Oriente Medio podría desencadenar un fuerte aumento de la aversión al riesgo en los mercados financieros, desentrañando las vulnerabilidades imperantes», al perturbar los mercados energéticos, minar la confianza, ralentizar el crecimiento y empujar al alza la inflación.

La autoridad monetaria identifica los tres principales “vientos en contra” para la rentabilidad de los bancos: el aumento de los costes de financiación, al repercutir los tipos más altos en los depositantes; un aumento de los impagos de los préstamos, como consecuencia del debilitamiento de la economía y el incremento de los costes del servicio de la deuda; y «una caída sustancial de los volúmenes de préstamos».

El nivel de morosidad en el sector bancario de la eurozona ha descendido de forma constante hasta casi el 2% del total de préstamos, frente al máximo del 7,5% alcanzado en el punto álgido de la crisis de deuda de la región hace una década.

CAÍDA DE LOS MERCADOS INMOBILIARIOS

Sin embargo, la reciente caída de los mercados inmobiliarios europeos ha provocado un aumento de la morosidad tanto en los préstamos a empresas inmobiliarias comerciales como en las hipotecas residenciales, aunque partiendo de niveles bajos, señaló el BCE. Tras un largo periodo de descenso, en el segundo trimestre se produjeron entradas netas de unos 2.500 millones de euros entre los préstamos a empresas inmobiliarias y de 1.000 millones de euros entre los préstamos al consumo.

Además, el BCE advierte de que es probable que los países con tipos predominantemente variables experimenten un deterioro más pronunciado de la calidad de los activos en el futuro si el mercado de trabajo se debilita notablemente, lo que se sumaría a la presión que sufren los hogares por el aumento de los costes del servicio de la deuda hipotecaria y del coste de la vida.

«Las débiles perspectivas económicas junto con las consecuencias de la alta inflación están poniendo a prueba la capacidad de las personas, las empresas y los gobiernos para pagar su deuda», ha avisado Guindos en Frankfurt. «Es fundamental que nos mantengamos alerta mientras la economía pasa a un entorno de tasas de interés más altas junto con crecientes incertidumbres y tensiones geopolíticas».

Las perspectivas para la eurozona han empeorado últimamente y es posible una recesión después de que el PIB se contrajera un 0,1% en el tercer trimestre.

Aun así, los mercados financieros esperan un “aterrizaje suave”, en el que la inflación se modere sin un impacto significativo en el crecimiento, según el informe de estabilidad. La evidencia histórica sugiere que tal escenario es «difícil —aunque no imposible— de lograr en la práctica, especialmente dada la magnitud de los aumentos de tasas en un corto período de tiempo”, ha apuntado el BCE, que ha añadido que las sorpresas negativas para el crecimiento corren el riesgo de una «corrección desordenada».

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