El BCE dice que «el último kilómetro» en la lucha contra la inflación es el más difícil

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El BCE dice que «el último kilómetro» en la lucha contra la inflación es el más difícil

Si se materializaran los riesgos existentes podrían ser necesarias nuevas subidas de los tipos de interés.

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La evolución reciente de los datos de inflación resulta alentadora, a pesar de que el nivel general aún se sitúa por encima de la meta del 2% y de la persistencia de la tasa subyacente, lo que sugiere que el tramo final en la lucha contra la inflación «puede resultar el más difícil», según ha señalado la ejecutiva alemana del Banco Central Europeo (BCE), Isabel Schnabel.

«Dada la persistencia de la inflación subyacente, ese ‘último kilómetro’ bien puede resultar el más difícil», afirma Schnabel en una entrevista con el diario croata ‘Jutarnji list’, donde asegura que, a pesar de que «las noticias recientes sobre la inflación son alentadoras», no cabe ser complacientes ni declarar prematuramente la victoria sobre la inflación.

Para la alemana, los tipos del BCE se encuentran ahora en niveles restrictivos, lo que contribuirá sustancialmente a un retorno oportuno de la inflación al objetivo del 2%, aunque advierte de que no es posible decir si se ha alcanzado el pico ni durante cuánto tiempo será necesario mantener los tipos en niveles restrictivos, ya que esto dependerá de los datos.

«Actualmente, todos ellos van en la dirección correcta. Pero todavía veo riesgos al alza para la inflación», apunta la ejecutiva del BCE, para quien es positivo que la inflación esté disminuyendo rápidamente, aunque reconoce que todavía está muy por encima de la meta del 2%, que se debería alcanzar «a más tardar en 2025 para mantener firmemente ancladas las expectativas de inflación».

En este sentido, señala que el reciente aumento de los precios del petróleo sirve de recordatorio de que no se puede dar por sentado que la inflación sólo bajará a partir de ahora, ya que podrían producirse nuevos ‘shocks’ de oferta derivados de los precios de la energía o los alimentos.

Asimismo, para Schnabel existen riesgos como los de una subida mayor de la esperada de los salarios, potencialmente acompañada de un crecimiento de la productividad inferior al previsto, mientras que las empresas no absorban en sus márgenes esos costes más altos. «Si se materializaran, en algún momento podrían ser necesarias nuevas subidas de tipos de interés», asegura.

ESTANCAMIENTO

En cuanto a la evolución de la economía del euro, la alemana reconoce que, en los últimos meses, la mayoría de los indicadores económicos apuntan a una desaceleración del impulso del crecimiento, lo que sugiere un periodo de estancamiento más que una recesión profunda o prolongada.

«Si bien no se puede excluir una recesión técnica, no hay indicios de una desaceleración profunda o prolongada», afirma Schnabel en referencia a la resistencia demostrada por el mercado laboral, lo que, por otro lado, se traduce en un fuerte crecimiento de los salarios nominales.

«Vemos indicios de un periodo de estancamiento, pero no de una recesión profunda o prolongada», concluye.

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