El Banco Mundial ha decidido revisar hasta el 2,5% su pronóstico de crecimiento del producto interior bruto (PIB) global en 2020, lo que equivale a dos décimas menos, como consecuencia de la persistencia de riesgos a la baja para la economía, según ha explicado la entidad en su informe bianual ‘Perspectivas económicas globales’, publicado este miércoles. El organismo ha rebajado los pronósticos de crecimiento del PIB en todos los horizontes. Así, el aumento de la economía mundial en 2019 habrá sido del 2,4%, dos décimas menos, al tiempo que para 2021 también se ha revisado la previsión a la baja, hasta el 2,6%.
«El crecimiento en las economías emergentes y en desarrollo probablemente seguirá siendo lento, por lo que los políticos deberían aprovechar la oportunidad para realizar reformas estructurales que impulsen el crecimiento, lo que es esencial para la reducción de la pobreza», ha explicado la vicepresidenta del Banco Mundial para Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones, Ceyla Pazarbasioglu.
El conjunto de las economías avanzadas crecerá un 1,4% en 2020, una décima menos, y un 1,5% en 2021, la misma cifra que la prevista anteriormente. Dentro de este grupo, Estados Unidos registrará un incremento del 1,8% este año y del 1,7% en 2021, una décima más en ambos casos. De su lado, la zona euro registrará un alza del 1% en 2020, cuatro décimas menos, y del 1,3% en 2021, el mismo dato que en la previsión anterior.
De su lado, los mercados emergentes y las economías en desarrollo han sufrido una corrección de cinco décimas para 2020, hasta el 4,1%, y de tres décimas para el año que viene, hasta el 4,3%. Esta corrección se corresponde con las abultadas revisiones a la baja para Latinoamérica (ocho décimas menos en 2020, hasta el 1,8%), Oriente Próximo (ocho décimas menos, hasta el 2,4% este año) y Sur de Asia (un punto y medio porcentual menos, hasta el 5,5%).
El Banco Mundial también ha alertado de que el crecimiento global se podría reducir «sustancialmente» si se materializan una serie de riesgos a la baja, como un alza en las tensiones comerciales, una ralentización mayor de lo previsto en las principales economías del mundo o inestabilidad financiera en las economías emergentes.
«Los bajos tipos de interés a nivel global ofrecen una protección precaria contra crisis financieras», ha alertado el director de Previsiones del Banco Mundial, Ayhan Kose.
«La historia de las olas pasadas de acumulación de deuda muestran que tienden a tener finales infelices. En un entorno global frágil, las mejoras políticas son críticas para minimizar los riesgos asociados a la actual ola de acumulación de deuda», ha apostillado.
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