El Banco de España pide a la banca que siga reduciendo costes y apostando por la tecnología

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El Banco de España pide a la banca que siga reduciendo costes y apostando por la tecnología

La intención es no prorrogar las restricciones al reparto de dividendos después de septiembre.

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, durante su intervención en el Curso de Economía organizado por APIE en la UIMP

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha advertido de que el principal desafío del sector bancario continúa siendo la baja rentabilidad, lo que requiere que las entidades «sigan profundizando en las ganancias de eficiencia, reduciendo costes y utilizando más intensivamente las nuevas tecnologías», al tiempo que ha llamado a completar la Unión Bancaria para facilitar fusiones transnacionales.

Así lo ha puesto de manifiesto durante el ’16 Encuentro del sector bancario’ organizado por IESE e EY, en el que ha recordado que, pese a la reducción significativa de capacidad de los últimos años, España sigue situándose a la cabeza de los principales países europeos en cuanto a oficinas por habitante (0,47 por cada 1.000, lejos aún de las 0,39 de Italia o de las 0,29 de Alemania).

Además, el coste de capital «sigue siendo muy elevado» y, aunque se espera que la distancia con la rentabilidad (ROE) se reduzca a medida que avance la recuperación, el ROE se ha situado de forma sistemática por debajo del coste del capital desde la crisis financiera global, lo que supone «otra señal más de la presencia de retos estructurales de rentabilidad en el sector».

Según ha asegurado el gobernador, las inversiones en digitalización y la incorporación de nuevas tecnologías en el tratamiento de la información permitirán cambiar el modelo de negocio, controlando el perfil de riesgos, y enfrentar, con más garantías de éxito, la creciente competencia de las compañías tecnológicas.

Además, ha advertido de que estas inversiones «son necesarias para mitigar el impacto y la probabilidad de ocurrencia de los riesgos cibernéticos», que el Banco de España ha identificado como «una amenaza creciente».

Asimismo, ha recalcado que completar la Unión Bancaria con la creación de un sistema de garantía de depósito europeo plenamente mutualizado y la adopción de una normativa de resolución adecuada para grandes entidades a escala europea «facilitarían, por ejemplo, la realización de operaciones trasnacionales de fusiones o adquisiciones y las potenciales ganancias de eficiencia asociadas a ellas».

En este sentido, De Cos ha puesto en valor que una mayor integración del sistema financiero europeo «abriría mayores posibilidades de diversificación de riesgos, facilitando la financiación de las actividades productivas a un menor coste».

Por otro lado, el gobernador del Banco de España ha advertido de que, aunque las proyecciones macroeconómicas anticipan un crecimiento robusto en los próximos trimestres, «siguen existiendo importantes elementos de incertidumbre» y los deterioros de la calidad crediticia podrían ser en el futuro «más notables que los observados hasta el momento», especialmente en aquellos sectores más afectados por la pandemia.

De hecho, ha puesto de manifiesto que en 2020 ya se observaron algunas señales de deterioro de la calidad crediticia, con un incremento notable de los créditos en vigilancia especial (24,3%), que han aumentado su crecimiento en lo que va de 2021 (37,5% en marzo).

En este escenario, De Cos ha sostenido que deben mantenerse las medidas de apoyo monetario (para garantizar condiciones financieras favorables a los agentes económicos) y fiscal (enfocadas a los sectores y grupos poblacionales más afectados), al tiempo que resulta «fundamental» el diseño temprano de un programa de consolidación fiscal, para su ejecución gradual cuando la recuperación sea sólida, con vistas a favorecer la credibilidad de la política económica.

En cuando a las restricciones al reparto de dividendos, Hernández de Cos ha señalado que «la intención es que no se prorrogue más allá de septiembre de 2021, siempre que no se produzcan nuevos desarrollos que deterioren las condiciones económicas y financieras», aunque resulta necesario que los bancos mantengan, en cualquier caso, su política de anticipación del reconocimiento de deterioros.

Respecto a los retos regulatorios e institucionales, el gobernador ha destacado que los próximos meses «serán claves» para asegurar que en Europa se produzca una adopción plena de los acuerdos de Basilea III y, más a largo plazo, ha incidido en la importancia de que el sector bancario proporcione una respuesta adecuada a los riesgos asociados al cambio climático.

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