Efecto de la inflación en las inversiones en criptomonedas

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Efecto de la inflación en las inversiones en criptomonedas

Los asesores financieros creen que la inflación existirá siempre a pesar de las medidas que puedan aplicar los gobiernos.

Cotización del Bitcoin / Fotografía de Ayadi Ghaith en Unsplash

Cotización del Bitcoin / Fotografía de Ayadi Ghaith en Unsplash

Los problemas derivados de la COVID-19, el aumento de la demanda de los consumidores y la guerra de Ucrania (entre otros conflictos geopolíticos) han provocado que, en el mundo desarrollado, la inflación haya alcanzado máximos históricos (en España, alcanzó el 10,2 % en junio, la cifra más alta desde abril de 1985). Incluso el mercado de las criptomonedas, que siempre se había considerado resistente a la inflación, ha sucumbido ante tal coyuntura, tal como demuestra la fuerte caída de la «moneda estable» Terra (UST) el pasado mes de mayo.

Los asesores financieros creen que la inflación existirá siempre a pesar de las medidas que puedan aplicar los gobiernos. Así las cosas, ¿cómo se pueden minimizar los efectos de la inflación en la cartera de inversiones? En este artículo nos fijamos en el impacto de la inflación en las inversiones en criptomonedas y proponemos varias alternativas para intentar superar la inflación a largo plazo.

La caída de los precios de las criptomonedas

La capitalización de mercado de las criptomonedas se encuentra por debajo del billón de dólares, su valor más bajo desde que alcanzara los tres billones en 2021. Mientras que la inflación ha disparado los precios de los productos básicos, los precios de las criptomonedas se están desplomando. Por ejemplo, el bitcoin cayó hasta los 17 000 dólares en junio, mientras que Ethereum bajó de los mil dólares por primera vez desde principios de 2021.

Esta caída de los precios ha provocado grandes pérdidas entre los inversores en criptomonedas, sobre todo en traders jóvenes que confiaban en este mercado para hacerse ricos en poco tiempo. Lo único que le queda a la mayoría de estos traders es una deuda enorme y una abrumadora sensación de miedo y angustia. Además, los expertos financieros prevén que este criptoinvierno dure más de lo esperado, ya que los traders están sacando liquidez de los mercados de criptomonedas.

Esta situación ha provocado un aumento de la depresión y de los pensamientos suicidas entre los afectados. Los psicólogos consideran que la caída del mercado también hará aflorar otro grave problema: la adicción a las criptomonedas. Esperemos que las plataformas de intercambio de criptomonedas aboguen por la creación de programas similares a los que ofrecen los casinos online para luchar contra la ludopatía para ayudar a los traders a sobrevivir en esta época de recesión.

Por qué afecta la inflación a las criptomonedas

Los amantes de las criptomonedas han considerado siempre que el bitcoin es una versión digital del oro, un recurso limitado que actúa como cobertura frente a la inflación. En primer lugar, solo se producirán 21 millones de monedas de bitcoin, lo que confirma que es un recurso limitado. Además, en la última gran subida de las criptomonedas, el bitcoin alcanzó un valor de 67 000 dólares cuando la inflación tenía unos niveles bajos, por lo que podría considerarse un buen refugio.

Sin embargo, el reciente desplome del valor del bitcoin al tiempo que se disparaba la inflación parece haber echado por tierra esta teoría. En cuanto la inflación asomó la cabeza después de que la Reserva Federal lanzara el mayor paquete de estímulos de la historia debido a la pandemia de la COVID-19, el bitcoin se vino abajo. Aunque no tocó fondo como Terra, perdió casi el 80 % de su valor, lo que demuestra que no es inmune a la inflación.

Ello ha tenido unas consecuencias nefastas, en especial en países como El Salvador, que había adoptado el bitcoin como moneda de curso legal. Algunos economistas creen que esta adopción por parte de los sistemas financieros podría ser uno de los motivos por los que el bitcoin no puede actuar como cobertura frente a la inflación. Es más, el hecho de que grandes instituciones hayan comprado bitcoines, así como la disponibilidad de futuros de bitcoines y de fondos de inversión cotizados, ha aumentado la correlación entre las criptomonedas y los activos financieros tradicionales.

Dicho esto, todavía hay esperanza de que el bitcoin pueda convertirse en el oro digital que los inversores esperan a medida que crezca la aceptación de las criptomonedas en todo el mundo. Una mayor adopción del bitcoin contribuiría a aumentar su utilidad práctica y a reducir su volatilidad, por lo que su fluctuación se comportaría de forma inversa a la inflación.

Activos efectivos para diversificar la cartera

Mientras no esté clara la viabilidad del bitcoin como cobertura frente a la inflación debido a su volatilidad, resulta aconsejable diversificar la cartera e incluir activos no líquidos conocidos. A diferencia de los activos líquidos, que son más propensos a la inflación, los no líquidos tienen una defensa natural en estos casos, ya que generan intereses a medida que aumenta la inflación. Por lo tanto, resulta conveniente incluir activos no líquidos en la cartera de inversión para hacer frente a la inflación y al mercado bajista.

Estos son algunos de los activos no líquidos que cabría plantearse:

Commodities

Las commodities son las materias primas, como el gas natural o los metales preciosos, que cotizan en el mercado de futuros. Las inversiones en estos activos se remontan a los albores del comercio de la seda y las especias. Actualmente, se puede entrar en los mercados de commodities comprando estas materias primas directamente o adquiriendo acciones en empresas o fondos de inversión cotizados del sector.

Cuando el valor del dólar cae debido a una inflación alta, aumenta la demanda de commodities, lo que hace que su precio suba. Este aumento de precio supone importantes ganancias para los inversores en este tipo de activos. Por lo tanto, las commodities ofrecen una buena cobertura frente a la depreciación de las monedas fiduciarias.

Dicho esto, es importante saber que las commodities son también muy volátiles, ya que los futuros están sujetos a una fuerte especulación. Así pues, ten en cuenta tu horizonte temporal y tu perfil de riesgo antes de adquirir este tipo de activos. Lo ideal es invertir en commodities a través de un fondo de inversión cotizado o de un fondo mutualista para gestionar mejor la volatilidad.

La exposición a las commodities en el mercado inflacionario actual te protegerá frente a la pérdida de poder adquisitivo a largo plazo y diversificará tu cartera de inversiones.

Valores del tesoro protegidos contra la inflación

Los valores protegidos contra la inflación sirven para proteger los beneficios de la inversión a largo plazo. Los valores del tesoro protegidos contra la inflación (TIPS, por sus siglas en inglés) son valores de renta fija ofrecidos por el gobierno de Estados Unidos que garantizan el pago de intereses. Con un funcionamiento parecido al de los bonos del estado, el gobierno ajusta su valor nominal en función del índice de precios al consumo, lo que protege al inversor frente a la inflación (los bonos normales tienen un valor nominal fijo).

Además, los intereses de los TIPS se calculan sobre la base del valor nominal actual de los TIPS. Fruto de ello, aumentan con la subida del IPC, por lo que nunca obtendrás unos beneficios inferiores al valor original de los TIPS.

Los TIPS pueden adquirirse directamente del tesoro o a través de un corredor de bolsa. También existe la opción de comprar fondos cotizados o mutualistas con diferentes combinaciones de TIPS.

Conclusión

La inflación que está afectando actualmente al mundo entero ha propiciado una caída de los precios de la mayoría de los activos, incluidas las criptomonedas, consideradas hasta ahora una buena cobertura frente a la inflación. Mucha gente ha perdido sus inversiones y ahorros y, fruto de ello, muchos jóvenes han sucumbido a la depresión.

Sin embargo, no todo es negativo en este clima de mercado bajista. Ante las previsiones que auguran un largo criptoinvierno, existe la posibilidad de diversificar la cartera de inversiones con activos como commodities o TIPS, que mantienen la inflación a raya.

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