La reducción de la inflación de la zona del euro en mayo (del 2,8% al 2,7%), inesperada por la mayoría de los analistas, ha dejado sin excusas a Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), para subir los tipos de interés de la zona del euro; actualmente en el 1,25%.
También se ponen en cuestión ahora las previsiones de los mercados financieros, que apuntaban a un incremento de esta cifra para el mes de julio. El BCE pretende limitar el crecimiento de los precios por debajo del 2% a medio plazo. Uno de los motivos que han apoyado el dato de la inflación son los bajos precios de la energía.
No obstante, junto a este dato los expertos señalan la importancia del precio del crudo. El barril de Brent, principal referente en Europa, gira en torno a los 115 dólares por unidad y la mayoría de las previsiones coinciden en señalar que para finales de año esta cifra tocará los 120 dólares. La crisis política del norte de África y Oriente Medio es una de las principales fuentes de inestabilidad para el crudo.
En España la inflación empezó a moderarse también en mayo al bajar por primera vez en nueve meses hasta el 3,5%, de manera que el diferencial de inflación con sus socios del euro fue de ocho décimas. El cálculo rápido del indicador europeo (Eurostat) que ha sacado estos datos se basa en la información preliminar sobre inflación que proporcionan varios Estados miembros, así como en la información preliminar sobre la evolución del precio de la energía. El cálculo definitivo sobre la inflación de mayo, tanto para la zona euro como para el conjunto de la UE, será difundido por la oficina estadística el 16 de junio.
Eurostat también dijo que la tasa de desempleo de abril para la zona euro se mantuvo sin variación en un 9,9%. Eurostat dijo que 15,529 millones de personas permanecieron sin empleo en la zona euro en abril, 115.000 menos que en el mes anterior y 457.000 menos que un año atrás.
