BBVA rechaza el plan de Goirigolzarri para las cláusulas suelo: “No somos Papá Noel”

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BBVA rechaza el plan de Goirigolzarri para las cláusulas suelo: “No somos Papá Noel”

Francisco González, presidente de BBVA

BBVA abre la puerta a analizar una posible adquisición de BMN o Banco Popular. BBVA no seguirá de momento los pasos de Bankia para devolver el dinero cobrado de más a los clientes por las cláusulas suelo de las hipotecas, según ha señalado hoy el presidente del banco, Francisco González, durante la presentación de los resultados de 2016. La entidad, que ha realizado una provisión de 577 millones para afrontar este riesgo, esperará a la decisión final que tome el Tribunal Supremo sobre este asunto, que se conocerá el próximo día 15.
 
Durante la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados del 2016, González ha señalado que BBVA ha montado “un equipo muy potente” para recibir las reclamaciones de los clientes, habilitando la web y otros canales para que haya rápidamente una respuesta a estas peticiones. No obstante, “estamos esperando una aclaración” del Tribunal Supremo sobre la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que en principio se ha fijado para el día 15.
 
Una vez que lo aclare, “actuaremos de manera exprés” para devolver el dinero a los clientes que tengan derecho. “Vamos a elegir la opción buena para los clientes”, ha aclarado el presidente. “Nos gustaría ser Papá Noel cada mañana y devolverle el dinero a todo el mundo, pero no puede ser. Vamos a poner a los clientes por delante, pero respetando a los accionistas”.
 
El banco ha calculado un “riesgo máximo” de más de 1.000 millones de euros por las cláusulas suelo, aunque ha realizado una dotación de 577 millones tras el análisis realizado por un auditor independiente. Según ha añadido el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres, “tenemos confianza en que es una buena estimación”, aunque ha dejado la puerta abierta a realizar ajustes en función de cómo se desarrolle el proceso.
 
Torres ha dejado además la puerta entreabierta a que BBVA entre en el baile de fusiones que se espera en la banca española, con una compra de la rescatada BMN o incluso del Popular. “Tenemos una estrategia de desarrollo orgánico, que nos permite ir ganando cuota”, ha señalado, para explicar que la entidad ha pasado en unos años de una cuota del 10% a una del 15% en España, gracias también a las absorciones de Unnim y CatalunyaCaixa. Pero eso “no quita que analicemos las operaciones que se pongan en el camino. “En la medida en la que surjan, las analizaremos”.
 
Respecto a la nueva ley hipotecaria que prepara el ministro de Economía, Luis de Guindos, González ha aclarado que de momento el Gobierno “no nos ha consultado nada”, aunque ha recordado que el banco quiere “que haya transparencia”. En ese sentido, “ojalá se hubiese aprobado hace diez años”, si bien ha recordado que “cuando hay cambios de normas en mitad del partido todo el mundo sale perjudicado, incluyendo los consumidores”. El presidente de BBVA se ha lamentado de que se haya “demonizado” el mercado hipotecario español, pero ha mostrado sus esperanzas en que la nueva ley hipotecaria “sea una buena ley para todos”.
 
El presidente de BBVA no ha esquivado tampoco la recurrente pregunta sobre su jubilación. González, que tiene 72 años, ha recordado que el banco establece la jubilación para los 75 años, “y eso no se va a cambiar”, ha afirmado.
 
En lo que se refiere al desembarco de Donald Trump en la Casa Blanca, y su posible impacto sobre México, donde el banco tiene una de sus principales áreas de negocio, ha lamentado que el nuevo presidente esté abandonando la senda histórica de la política estadounidense, “fuente de una democracia muy fuerte de libre mercado y libre comercio”, pero ha recordado que todavía no ha nombrado a todo su equipo, por lo que ha mostrado su esperanza en que “las cosas se normalicen”.
 
Así González pese a reconocer un impacto a corto plazo en México que “se está reflejando en la cotización”, ha apostado por una “normalización a medio y largo plazo”. BBVA augura un crecimiento del 1% para México en 2017.
 
El banquero ha aprovechado además para anunciar que el último dividendo opción se pagará en abril de 2017 (13 céntimos por acción) y a partir de entonces BBVA pasará a remunerar a sus accionistas únicamente en efectivo, en línea con otros grandes actores del sector, como Banco Santander.
 
Tal y como ha explicado González, el payout se situará entre el 35% y el 40% de los resultados anuales, tal y como ya se anticipó en octubre de 2013. No será el único cambio en la política de dividendos, ya que frente a los cuatro pagos anuales que se realizan ahora, se pasará a dos únicos pagos, que se realizarán en principio los meses de abril y octubre.
 
BBVA obtuvo un beneficio atribuido de 3.475 millones de euros en 2016, un 31,5% más que en el ejercicio anterior. La mejora se produce por la ausencia de pérdidas extraordinarias –el año pasado se anotó 1.109 millones por la pérdida de valor de su filial turca Garanti- y pese al impacto negativo de 404 millones netos por las reclamaciones ligadas a las cláusulas suelo.
 
Las acciones de BBVA retrocedían a media mañana un 2,10% hasta los 6,14 euros, dentro de un Ibex 35 que a la misma hora se anotaba una ligera subida de un 0,30%.
 

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