Enfrentamiento entre UGT y CIG por las elecciones sindicales en una plantilla que ha soportado cuatro ERE desde la fusión de Caixa Galicia y Caixanova. A finales del próximo mes de noviembre finalizan todos los mandatos de los delegados sindicales de Novagalicia, por lo que se acercan unas elecciones en una entidad que ha realizado hasta cuatro expedientes de regulación de empleo (ERE) y ha reducido a la mitad su plantilla desde su creación. Quizás por ello, la tensión entre los diferentes sindicatos no ha tardado en aflorar, con un nuevo cruce de comunicados entre UGT y CIG. El enfrentamiento ha provocado incluso la intervención de una inspectora de Trabajo.
La polémica surgió después de que CIG convocase unas elecciones sindicales en las cuatro provincias gallegas. Según alega el sindicato nacionalista, en cuanto se produzca la venta de Novagalicia a Banesco habrá que negociar el nuevo plan de reestructuración de la entidad y las condiciones laborales. En ese sentido, recuerda que más del 50% de los trabajadores que votaron en las últimas elecciones ya no están en el banco y una parte de la representación sindical viene dada por centros de trabajo que ya no existen, por lo que considera que no se puede negociar el futuro sobre la base de los resultados “del pasado ficticio”.
Sin embargo, UGT ha decidido impugnar estas elecciones. Según explica en una circular, el mandato no finaliza hasta finales de noviembre y la legislación indica que solamente se puede realizar una convocatoria cuando finalicen los mandatos de los delegados o tres meses antes de su cumplimiento (en este caso en septiembre) a no ser que haya renuncia expresa de todas las personas elegidas y sus suplentes.
UGT se muestra además muy crítico con que la convocatoria de CIG se haya limitado a las cuatro provincias gallegas, ya que considera que las elecciones se deben realizar en toda la empresa para que la representatividad se ajuste a la situación actual de la entidad.
El sindicato se pregunta además si querer realizar las elecciones en período vacacional, en verano, no obedecerá a una intención de no dar opción a los trabajadores a elegir a sus representantes. UGT considera, por el contrario, que la fecha ideal para la cita con las urnas es noviembre, ya que en este mes es cuando la plantilla suele estar más al completo, y todos los mandatos de las personas elegidas en el período general del sector han vencido.
El enfrentamiento entre ambos sindicatos llevó a que la semana pasada se realizase un arbitraje con una inspectora de Trabajo para decidir sobre la convocatoria de CIG.