El cruce de comunicados entre UOB (Unió Obrera Balear) y el resto de sindicatos complica aún más alcanzar un acuerdo con la dirección de BMN. El proceso de externalización de los servicios centrales de BMN, cuyo objetivo es evitar que se produzcan más despidos dentro del expediente de regulación de empleo (ERE) aprobado el pasado año, ha provocado un nuevo enfrentamiento entre el sindicato nacionalista UOB (Unió Obrera Balear) y el resto de secciones sindicales del banco.
El período de consultas finaliza este jueves, 13 de marzo, y las posturas entre la dirección de BMN y los sindicatos continúan muy alejadas, pero además se ha producido un enfrentamiento entre los propios representantes de los trabajadores que han enrarecido aún más las negociaciones.
El detonante del enfrentamiento fue una propuesta de UOB para que se potenciasen nuevamente las adhesiones a las bajas voluntarias, ya que, a juicio de este sindicato, todavía hay trabajadores dispuestos a acogerse a estas salidas. De este modo se podrían reducir las externalizaciones, señala esta formación, que califica su propuesta de “lógica y elemental para salvar puestos de trabajo”.
Sin embargo, esta propuesta fue rechazada por los demás sindicatos, tras lo cual UOB se despachó con un duro comunicado, que incluso provocó la paralización temporal de las negociaciones, en el que se preguntaba cuál sería “la mordida” de esta liquidación laboral y el porcentaje “bajo mano” que recibirían los demás representantes de los trabajadores.
El sindicato balear señalaba que estaría del “lado de la dignidad y la buena fe y no en el de la mala leche y la corrupción”.
Este comunicado tuvo una respuesta unánime del resto de sindicatos. En una circular conjunta firmada por UGT, CCOO, SELG, SIC, SECP, CGT y ACCAG, éstos se preguntan ahora por qué UOB “ahora quiere un ERE que no firmó” y le retan a que, si tiene conocimientos de trabajadores que no habiendo pedido la adscripción a algún programa extintivo voluntario lo hayan presentado al banco con posterioridad, lleve una lista con ellos a la mesa de negociación.
Los sindicatos mayoritarios recuerdan además que las 150 externalizaciones acordadas evitaron 150 despidos directos que Bruselas pedía por su intervención en el banco. Además, avisan de que los empleados de BMN se enfrentan a un “nuevo ataque del banco” con la movilidad geográfica de este colectivo y la modificación sustancial de sus condiciones laborales.
