Banesco podrá beneficiarse de los créditos fiscales de Novagalicia, según Financial Times

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Banesco podrá beneficiarse de los créditos fiscales de Novagalicia, según Financial Times

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Pese a que Banesco es un banco venezolano, la sede de su grupo internacional se encuentra en Madrid. Mucho se ha hablado sobre si Banesco, el banco venezolano que acaba de comprar Novagalicia por 1.000 millones de euros, va a poder computar los 2.350 millones de euros en activos fiscales diferidos (DTA, por sus siglas en inglés) que tiene en su libro de cuentas la entidad nacionalizada. Financial Times ha confirmado que sí.

El diario británico se ha hecho eco de las voces disidentes y ha comprobado que el banco venezolano es, en realidad y a ojos del regulador, un grupo financiero de carácter internacional con sede en Madrid. Además, la operación se ha realizado a través de su filial española Banco Etcheverria, que adquirió hace un año. Los que señalaban que no podría computar los DTAs esgrimían como argumento su naturaleza foránea.

No obstante, el Financial Times señala que, a diferencia de sus rivales españoles, “Banesco parece en disposición de ganar mucho menos con los DTAs que figuran en los libros de cuentas de Novagalicia ya que probablemente consiga durante los próximos años menos beneficios sobre impuestos que el Santander, el BBVA o Caixabank”.

Los DTA son derechos que las entidades tienen frente a Hacienda y que se pueden realizar de dos modos básicamente: o incurriendo en pérdidas deducibles, o generando gastos que no son fiscalmente deducibles inmediatamente como son las provisiones para cubrir posibles pérdidas futuras, y que se han incrementado significativamente por las dos reformas financieras consecutivas impulsadas el año pasado por el ministro de Economía, Luis De Guindos.

El año pasado, a través de dos decretos ley, Guindos obligó a las entidades financieras españolas a elevar las provisiones sobre los activos inmobiliarios adjudicados y sobre los créditos concedidos a promotoras, tanto morosas como al corriente de pago, lo que llevó al sector a realizar unas provisiones adicionales de 84.000 millones de euros.

En ese sentido, si el banco no incurre en pérdidas reales en estas provisiones, Hacienda no las devuelve sino que se guarda ese derecho para el futuro, de tal forma que pasan a ser deducibles en el impuesto de Sociedades de ejercicios futuros. Sin embargo, la nueva regulación de Basilea III obligará a que estos DTA no sean considerados como recursos de capital.

Para paliar esta situación, el Gobierno utilizará un ‘truco’, ya realizado en Italia, y que pasa por dar a los DTA la consideración de créditos fiscales a descontar en Hacienda, para que sí puedan ser considerados como capital por Basilea III. En principio, este cambio fiscal no produciría ningún incremento en el déficit público, aunque sí produciría un impacto en el caso de que la entidad entrara en proceso de liquidación.

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