El rechazo público que hoy a hecho Mariano Rajoy a la creación de un banco malo que agrupe todos los activos tóxicos que mantiene en sus balances el sector financiero español ha sentado como un jarro de agua fría en el entorno de Bankia, o al menos eso es lo que se desprende de la reacción de uno de sus consejeros, Arturo Fernández.
Apenas minutos después de que el presidente del PP, Mariano Rajoy, se mostrara contrario a la creación de un banco malo, Fernández máximo responsable además de los empresarios madrileños (CEIM) volvía a abogar por adoptar esta iniciativa.
En un encuentro con periodistas organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Fernández ha presentado un listado de medidas que el Gobierno que salga de las urnas el próximo domingo debe abordar. Entre estas iniciativas se encuentra la creación de un banco malo con el fin de sanear el sector.
El presidente de la CEIM y vicepresidente de la CEOE ha recordado que al responsable económico del PP, Cristóbal Montoro, le pareció bien la implantación de esta figura en el sistema financiero. Ayer mismo, Montoro apostó por crear esta figura en la que el “Estado y los privados compartan los riesgos y que sirva para movilizar todos los excedentes de vivienda de la banca”. Una propuesta que para el líder de la patronal madrileña y consejero de Bankia sería ir por el buen camino.
Sin embargo, hoy el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, ha cambiado el discurso a afirmar que “no es partidario” de crear un banco malo para agrupar los activos tóxicos de las entidades financieras españolas. “No soy partidario, en ningún caso, de crear ningún banco malo, sino de que se sigan agrupando entidades financieras y de que éstas puedan cumplir su función de dar crédito”, ha dicho Rajoy en una entrevista concedida a la cadena SER.
Por otra parte, el candidato a la presidencia ha calificado de “astronómico y terrible” la prima de riesgo española, que ha llegado a alcanzar esta mañana la cota récord de 493,1 puntos básicos. Ello supone, ha dicho, que nos está costando mucho financiar la economía española, con el perjuicio que ello conlleva para la competitividad y la creación de empleo.
Para Rajoy, lo “más urgente” ahora es dar un mensaje “nítido” a Europa y al mundo de que España es un país serio y de que cumple sus compromisos. “Tenemos que transmitir un mensaje de que vamos a ser austeros, y cumplir con las exigencias de déficit público y deuda que plantea la Unión Europea. Hay que hacer un esfuerzo para recuperar el crédito y reestructurar el sistema financiero y hay que apoyar con claridad a los emprendedores, pero a fecha de hoy lo más urgente es decir que vamos a cumplir los compromisos”, ha señalado.
