La sentencia del Tribunal Supremo ha obligado a Novagalicia a retirar las cláusulas suelo de sus contratos hipotecarios, pero el banco rescatado ha elaborado un protocolo de actuación que deben seguir sus empleados para minimizar el coste de esta medida, y que pasa por un incremento de los diferenciales y por la venta de otros productos bancarios.
Así, según un documento interno de Novagalicia recogido por Adicae, el protocolo de actuación que deben seguir los empleados a la hora de contactar con el cliente afectado por este producto cuenta con tres alternativas, con el que, según la asociación, la entidad “traslada a los clientes el coste que para Novagalicia tiene la eliminación de las abusivas cláusulas suelo”, al tiempo que “encarece las hipotecas ya existentes”.
En primer lugar, el empleado puede ofrecer al cliente el traspaso del préstamo hipotecario a un tipo de interés fijo “atractivo”, por debajo del que ofrece actualmente la entidad y de las tarifas del mercado. Los tipos fijos están generalmente muy por encima de los variables, si bien, como su propio nombre indica, no están sujetos a las variaciones del Euríbor u otros índices.
Si el cliente opta por mantener un tipo variable en su hipoteca, la entidad ofrecerá un incremento en el diferencial, aunque a cambio intentará convencer al cliente mediante determinadas palancas comerciales, como la reunificación de su deuda en el caso de que también tenga préstamos personales contratados, la ampliación del plazo de la hipoteca o incluso del principal de la misma.
La tercera alternativa pasa por la venta cruzada, que se deberá “intentar en todos los casos”, pero “sobre todo cuando no haya encaje” de las dos primeras alternativas. La venta cruzada pasa por intentar vender al cliente, con el dinero que se va a ahorrar al retirársele la cláusula suelo, un plan de pensiones o un seguro de vida.
