Agosto ha ofrecido un respiro a las tensiones deflacionistas de la economía española. De acuerdo con el INE, la inflación armonizada suavizó al 0,8% su caída, seis décimas por debajo del récord de julio del -1,4%. El dato mejora las previsiones de los analistas, que esperaban un descenso del 1%, si bien supondría encadenar seis meses de inflación interanual negativa por primera vez en la serie histórica que se remonta al año 1962.
El petróleo ha sido la clave. Este cambio de tendencia se produce porque a partir de agosto desaparece el efecto base del petróleo, es decir, el peso que sobre la inflación ha tenido la diferencia interanual de los precios del crudo. El pasado año el rally del ‘oro negro’ tocó su techo el 11 de julio, tras alcanzar los 147,2 dólares. Hoy cotiza por debajo de 73 dólares.
Además de las materias primas, el bajón en el consumo ha jugado un papel destacado en las caídas de precios. De acuerdo con las cifras publicadas también hoy por el INE, este descenso en las ventas aún no habría tocado suelo.
El índice de ventas al por menor correspondiente al mes de julio reflejó una caída interanual, corregidos los efectos del calendario, del 4,9%, superior al retroceso del 4,3% contabilizado un mes antes, en junio. Los analistas, además, esperaban una caída algo más moderada, del 4,7%.
Si el próximo 11 de septiembre se confirma el dato conocido este viernes, se corroborará la previsión de los expertos y del Gobierno de que la tasa de inflación tocó suelo en julio para volver a registros positivos a finales de año.
