La cartera industrial de las cajas en problemas tiene los días contados, sobre todo las de Bankia, Catalunya Caixa y Novagalicia. Estas dos entidades son las principales candidatas a recibir las ayudas públicas europeas. De Europa llegarán 30.000 millones de euros antes de que acabe el mes, una cifra diez veces superior al valor de mercado de sus participadas, unos 2.800 millones de euros.
Las cajas se han convertido en la última década en los grandes inversores institucionales de la Bolsa española, siendo en muchos casos los garantes de la ‘españolía’ de empresas de sectores estratégicos de la economía, como el de las utilities. Sin embargo, todo parece indicar que esta situación no se prolongará en el tiempo.
Aunque en los últimos dos años las entidades ya han ido vendiendo algunas participaciones, el sector todavía conserva importantes participaciones en compañías, sobre todo Bankia, con inversiones en IAG (12% de su capital), Iberdrola (5,33%) o Mapfre (15%). En su conjunto, el valor de mercado de todas las compañías en las que participa asciende a unos 2.000 millones, lo que equivale a sólo un 8,4% de los fondos que necesitará: 24.000 millones, según los cálculos de su presidente, José Ignacio Goirigolzarri.
Otras dos cajas que deberán vender sus participadas en los próximos meses son las nacionalizadas Catalunya Caixa y Novagalicia. El primer grupo mantiene un 1,5% de Iberdrola, como una participación significativa, mientras que las cajas gallegas tienen una cartera industrial mucho más amplia, con inversiones en Adolfo Dominguez, Sacyr o Elecnor. En los dos casos, tal y como ocurre con el banco que preside Ignacio Goirigolzarri, la inyección de fondos públicos que se producirá este mes para recapitalizar las entidades les obligará a vender todos aquellos activos que no son estratégicos.
