La fusión entre CaixaBank y Banca Cívica conlleva algunos regalos envenenados para la entidad que preside Isidro Fainé, con los que tendrá que lidiar una vez que se complete la operación, Un ejemplo es Isla Mágica, parque temático que arrastra pérdidas millonarias y para el que se busca comprador.
Según publica ABC en su edición de Sevilla, Banca Cívica, propietaria en un 83% de Parque Isla Mágica (Pimsa), ha asegurado que existen inversores interesados en entrar en el parque temático, pero con algunas condiciones, como que la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla modifique el PGOU para hacer una gran superficie comercial que haga rentable el proyecto.
Hasta ahora, Isla Mágica ha sido un pozo sin fondo para Banca Cívica, que le ha tenido que inyectar periódicamente dinero, hasta el punto de que llegó a plantearse el cierre del parque, en el que trabajan 231 personas. Sin embargo, en enero de este mismo año aportó la última cantidad necesaria para evitar la declaración en quiebra de la sociedad: primero redujo su capital en 14,4 millones para absorber pérdidas y después amplió en 9,8 millones de euros. En 2011, Isla Mágica registró unas pérdidas de 3,2 millones de euros
Se da la circunstancia de que La Caixa controla también, a través de Criteria Caixaholding, un 50% de Port Aventura, después de que hace tres años vendiera el 50% restante a Investindustrial por 94,8 millones de euros.
