Ibercaja, que hasta el momento se ha mantenido alejada del baile de las fusiones en el sector, es la gran favorita en los mentideros para hacerse con la nacionalizada Unnim, después de que el pasado viernes finalizase la primera fase de la subasta, a la que se presentaron hasta seis entidades.
La caja que preside Amado Franco, con 42.138 millones en activos, podría aprovechar la compra de Unnim (28.538 millones) para ganar tamaño de cara a la segunda fase de concentración que ha impulsado el Gobierno de Mariano Rajoy. La intención del nuevo Ejecutivo es que haya menos entidades, pero de mayor tamaño, y todos los rumores del mercado apuntan a que el mínimo se pondrá en 100.000 millones de euros en activos.
Además de Ibercaja, también podrían estar interesados en Unnim el Banco Popular (en plena absorción del Pastor), Santander, BBVA, Bankia, y el fondo estadounidense JC Flowers, que sigue intentando pescar gangas en España, aunque de ellos, sólo el Popular parece dispuesto a llegar hasta el final en la puja.
Terminada esta semana, y después de recibir las solicitudes de información de los compradores potenciales, se abre la segunda fase de la subasta, en la que las entidades tendrán que presentar una propuesta de compra en firme. El Banco de España ofrece un programa de protección de activos contra las posibles pérdidas derivadas de la compra.
Unnim, la entidad surgida de la fusión de Caixa Sabadell, Terrassa y Manlleu, fue nacionalizada el pasado 30 de septiembre tras recibir 568 millones de euros del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que se sumaban a los 380 millones recibidos anteriormente del FROB 1.
